«Mi gran crítica a Insaurralde es esta pantomima de no saber con quién va a jugar. Estos tipos me ponen absolutamente mal», lanzó el jefe de Gabinete, que luego destrozó al marido de Jésica Cirio tal como hicieron ayer desde el entorno de Julián Domínguez y Patricio Mussi, y el propio Diego Bossio.
«Cuando uno se hace ese esquema de vedetismo, de querer mostrar que el importante es él y no que lo importante es el peronismo, que quiere gobernar y seguir transformando la provincia, eso es lo que me molesta», se quejó Aníbal en diálogo con la prensa.
«Me molesta el desprecio por los otros. Lo que me molesta son todos aquellos que trabajaron anónimamente en la provincia de Buenos Aires para hacerlo conocido, y el tipo se cagó literalmente en todo el mundo», disparó.
«Si nosotros nos vamos a callar la boca y no decir las cosas cuando corresponde es cuando cometemos un error (…) Que haga lo suyo, que haga la cola y pelee donde quiera estar y el compañero que lo quiera acompañar que lo acompañe», analizó el ministro.
Luego, vino la amenaza de excluirlo de las PASO del kirchnerismo, algo con lo que en algún momento también se advirtió a Scioli, pero de manera muchísimo más velada. «Hay una discusión que se tiene que dar y que se viene con las PASO. Y ahí tienen derecho a participar todos aquellos que no sacan los pies del plato», amenazó.
Finalmente, Aníbal indicó que para suceder a Scioli en la provincia «hay varios candidatos, como Patricio Mussi, Diego Bossio, Julián Domínguez y Gabriel Mariotto», aunque la lista es mucho más larga e incluye también a Sergio Berni, Fernando Espinoza y Santiago Montoya, entre otros.
El relanzamiento de la candidatura de Insaurralde -con elogios de todo tipo a Scioli y algunos a Cristina- despertó la furia del kirchnerismo, sobre todo de aquellos que apuestan a la Gobernación y que ayer hicieron fila para pegarle.