La provincia de Buenos Aires, los votos se repartieron entre la macrista María Eugenia Vidal (29,4%), Aníbal Fernández (que ganó la interna con 21,2%), el massista Felipe Solá (19,6%) y Julián Domínguez (que quedó afuera de las elecciones generales con 19,2%). Tras las PASO, el Jefe de Gabinete nacional, la candidata del PRO y el exgobernador bonaerense, quedaron con buenas perspectivas de cara a octubre, pero el primero tiene un techo de votantes más bajo que el de sus oponentes. Además, Fernández tiene una imagen negativa muy alta y los votantes de Domínguez, podrían acompañar a alguno de sus oponentes en carrera.
Vidal, que comparte fórmula con Daniel Salvador (UCR), fue quien recolectó más votos en la provincia. Su caudal electoral se explica, principalmente, porque no jugaba una interna y porque capitalizó el voto no peronista, incluido el radical, de acuerdo con La Nación. Pero también porque algunos bonaerenses optaron por ella, aunque no eligieron a Macri. Unas 263.000 la votaron, aunque en la categoría nacional no optaron por el jefe de gobierno porteño.
En tanto que en el Frente Para la Victoria se observa el fenómeno inverso: hay personas que votaron a Daniel Scioli, pero que no optaron por ninguna de las dos fórmulas a gobernador que ofreció el kirchnerismo. Fernández le ganó la interna a Domínguez por dos puntos. Pero 132.884 votantes cortaron boleta en la categoría gobernador.
Así, Aníbal no logró despuntar y quedó a ocho puntos de Cambiemos. Lo opuesto a lo que ocurre en el escenario nacional.
Felipe Solá también se mantiene firme en la carrera, al superar el 19% de los votos en el principal distrito electoral del país. Por otra parte, al ser un dirigente peronista tiene posibilidades de disputar a esos votantes que no lo eligieron Aníbal. Por su parte, Domínguez aseguró que le dará su apoyo a su oponente, con quien tuvo duros cruces en la semana anterior, tras el escándalo por las supuestas vinculaciones de Fernández con el tráfico de la efedrina y el Triple Crimen de General Rodríguez.