El multimillonario kirchnerista Lázaro Báez negó hoy cualquier vínculo con la compra de un campo en Mendoza, aunque admitió que tiene una relación laboral con el valijero Leonardo Fariña, revelaron fuentes judiciales a Clarín. El empresario se negó a contestar preguntas en su indagatoria ante el juez Sebastián Casanello y presentó un escrito, a un día del cambio de declaración de Fariña, quien se desdijo y desligó a Báez de la adquisición.
Báez, siempre según fuentes judiciales, también negó cualquier relación con la financiera SGI, más conocida como “La Rosadita” –una cueva instalada en pleno Puerto Madero-, y con Helvetic, la estructura financiera utilizada para mover grandes sumas de dinero de diversas empresas, en lo que se investiga si fue una maniobra de lavado de activos.
El empresario ligado a los Kirchner escuchó en la audiencia los hechos que se le imputan, pero se negó a responder las preguntas y se retiró minutos después. A su salida fue abordado por una cronista de la Radio La Once Diez y se limitó a decir: «Contestamos lo que teníamos que contestar».
Cuando la periodista le preguntó por qué creía que Fariña cambió de postura y ahora dice que el campo de Mendoza lo compró con dinero del empresario Carlos Molinari y suya, Báez respondió: «No tengo idea». Este cambio en la declaración fue clave para que el empresario que facturó más de 1300 millones de pesos en obras públicas del sur del país –siendo amigo personal de Néstor y Cristina Kirchner-, pudiera negarse a declarar.