Posadas. El presidente del IPLYC, Eduardo “Balero” Torres, uno de los pocos funcionarios que suele defender a capa y espada al gobernador Maurice Closs, salió a defender el contrato de concesión del área Cataratas que gerencia la familia del mandatario misionero.
Torres no hizo más que rechazar las críticas del diputado de Trabajo y Progreso, Victor Kreimer, quien, a expensas de su jefe político, el ex puertista Claudio Wipplinger, cuestionó la concesión del área Cataratas en el Parque Nacional Iguazú.
Kreimer reprochó que Misiones solo se quede con el siete por ciento de la recaudación del Parque y que la familia del Gobernador integre la sociedad que gerencia la concesión.
“Si hubiesen actuado defendiendo la soberanía de la provincia, cuando respondían a Ramón Puerta, hubiéramos llegado a un acuerdo mejor”, refutó Torres.
“El negocio de las Cataratas está pensado con un solo objetivo, generar grandes ganancias para dos actores: la empresa concesionaria y la Administración de Parques Nacionales (APN). En el diseño de esta concesión se ha previsto que, para Misiones, se destine solamente un 7% de los ingresos que le correspondan al concesionario por la tarifa de ingreso al área concesionada, como contraprestación de los servicios de apoyo al Parque que brinda la provincia”, cuestionó el legislador.
“La concesión se hizo en tiempos del gobierno de Ramón Puerta en acuerdo con María Julia Alsogaray, la ministra estrella de Carlos Menem. Ellos respondían por entonces a las ordenes de Puerta”, recordó Torres en referencia al vínculo de Wipplinger con el ex gobernador, de quien fue aliado político hasta no hace mucho tiempo.
“Si Puerta que fue el jefe político de Wipplinger hubiera peleado por los intereses de Misiones, la renta por la concesión sería más elevada y la Provincia sería más beneficiada”, explicó Torres, que en ningún momento admitió que hace una década que su jefe Closs mantiene línea directa con el kirchnerismo, y que bien podría haber negociado un porcentaje más alto para la Provincia de Misiones.
“Para Misiones, el turismo es una política de Estado que derrama beneficios en todas las localidades con obras e infraestructura para potenciar cada destino”, agregó el funcionario.
De hecho, el propio Kreimer fue empleado de Iguazú Argentina, la empresa que tiene la concesión en Cataratas, donde vivió cuatro años.
No es la primera vez que Kreimer cuestiona el funcionamiento de empresas de las que formó parte. En la Legislatura había realizado un pedido de informes sobre las inversiones de Samsa, donde fue gerente técnico.