La pareja tenía alquilada la vivienda, donde fueron capturados y fue la propietaria la que alertó a las fuerzas del orden, según fuentes de la policía mexicana.
Desde hacía semanas, eran los fugitivos más buscados en la investigación por la desaparición de los estudiantes en Iguala, en el estado sureño de Guerrero.
Su huida tras los ataques provocó la indignación de todo México contra sus autoridades.Están acusado por el delito de homicidio, tentativa de homicidio y desaparición forzada.