La precandidata presidencial Elisa Carrió confirmó hoy que irá a declarar ante la fiscal Viviana Fein, que investiga el caso Alberto Nisman, y reconoció que continúa amenazada porque, «el Gobierno sabe que yo sé cómo fue» que ocurrió el deceso del fiscal que había acusado a la presidenta Cristina Kirchner de proteger a los acusados de volar la AMIA.
«Voy a declarar el 4 de mayo, no tiene sentido anticipar la noticia», dijo esta mañana sobre si comparecerá ante la fiscalía. Al ser consultada sobre si tenía «miedo por su vida», debido a las amenazas que denunció, la dirigente opositora respondió: «Prefiero que me maten a ser víctima porque me falta un brazo, soy libre y voy a decir la verdad». Estas declaraciones parecen apuntar a cierta característica física de uno de sus oponentes, Daniel Scioli, quien como es de público conocimiento, perdió el brazo derecho en un accidente en los años 90, antes de iniciar su carrera política. Para buena parte de los electores, unas declaraciones así constituyen una bajeza y un agravio, especialmente porque el gobernador kirchnerista, con pasado en el menemismo y el duhaldismo, jamás utilizó su tragedia para victimizarse.
La diputada nacional competirá en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) con los precandidatos Mauricio Macri (PRO) y el senador nacional Ernesto Sanz (UCR) El que se imponga –según las encuestas, sería el Jefe de Gobierno Porteño- será el candidato presidencial de todo el espacio, obligando a los demás, a bajar sus candidaturas. Aunque con Carrió en el esquema, todo podría pasar después de Agosto –la diputada chaqueña viene de integrar y destruir el espacio del Frente Amplio UNEN.