La presidente Cristina Kirchner habló en cadena nacional junto al gobernador bonaerense y candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. En la cuadragésimo segunda cadena nacional del año, CFK le brindó un apoyo político a su candidato, un día después del primer debate presidencial de la Argentina, que transcurrió sin su presencia. Sin embargo, la mandataria no hizo mención al evento, al que el postulante del oficialismo eligió faltar en medio de fuertes cuestionamientos.
Además de Scioli acompañaron esta tarde a Cristina Kirchner los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación y Obras Públicas, Julio De Vido. Así como el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, a la sazón, candidato a vicepresidente en la fórmula del oficialismo.
«Hay que seguir con el proyecto para que sigan las obras», aseveró la mandataria junto a Scioli. Y disparó, sin mencionarlo, contra el candidato presidencial del PRO a la Presidencia, Mauricio Macri: «Hay mucha gente que cree que cuando hace una obra hay poner carteles y jorobar. A la gente hay que mostrarle la obra pública terminada, no como cartel de propaganda. Acá tenemos la (Avenida) General Paz terminada, se podía ver a los trabajadores por la noche. Hemos enviado a más de 1000 trabajadores. Más de 350 mil vehículos diarios. Más de dos millones de personas la usan. Que van a tener un ahorro de tiempo», opinó la presidente saliente.
No fue la única crítica solapada que envió a la oposición: «Para algunos que andan hablando de herencias, ¿saben por qué hablan de herencias? Porque tienen en la cabeza el ajuste. Porque quieren asustar. Asustar y ajustar van de la mano. Dicen que está todo mal por si llegan [al poder]. Para que puedan tener justificación para el ajuste. Pero argentinos y argentinas, no hemos trabajado tanto para andar ajustando», clamó, de acuerdo con La Nación. Con esto, optó nuevamente por la estrategia de asustar al electorado con la posibilidad de un ajuste fiscal y una devaluación; de paso, intentó plantear que su gobierno no incurrió en estas prácticas, pese a las microdevaluaciones –producto de la emisión monetaria- y al déficit fiscal de la administración kirchnerista.
«El desendeudamiento no es un objetivo en sí mismo sino que te permite inaugurar una etapa de crecimiento y desarrollo. Sino miren cómo estamos desendeudados. Los próximos tres períodos de gobierno tendrán que pagar 80 mil millones de dólares, casi la mitad de lo que hemos pagado nosotros en estos tres años. [Aunque] el monto más grande lo pagó Néstor Kirchner en 2005», opinó la mandataria nacional.