La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este miércoles en un acto en el Hospital Posadas en territorio bonaerense. Con su vuelta a la escena pública, la expectativa está colocada en su discurso, después del encuentro en la quinta de Olivos con su sucesor, Mauricio Macri y su afirmación taxativa de que “no sirvió de mucho” la reunión. «No me voy a ir, tranquilos, siempre voy a estar con ustedes», fueron las primeras palabras de la mandataria, que aclaró que las obras estaba terminadas durante la veda y decidió abrirlas en ese momento a pesar de no poder mostrarlo en un acto. «No vamos a especular con eso», aclaró, de acuerdo con el diario Clarín.
La Presidenta también habló del balotaje: «La diferencia entre ambas fuerzas, porque son dos las que intervienen en un balotaje, fue muy escasa. ¿Si hubiera sido al revés, qué estaría pasando hoy en Argentina, hubieran reaccionado como hicimos nosotros con la grandeza y la comprensión y la vivencia democrática que debemos tener como argentinos?», se preguntó la Presidenta quien estuvo acompañada por la fórmula Scioli-Zannini que perdió la segunda vuelta electoral del último domingo.
“A los 42 millones, que se queden tranquilos; nosotros no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros. Este espacio político plural, cuyo uno de los principales componentes ha sido el peronismo, ha sufrido proscripciones. Entre las víctimas de aquel 2001, encuentren a alguien que no sea del pueblo”, continuó para afirmar: “Jamás se nos ocurriría afectar la gobernabilidad. Vamos a colaborar, no vamos a dejar nunca a un gobierno sin presupuesto como me tocó en el 2010″, definió.
Luego, aseveró que “queremos que al país le vaya bien. No somos del ejército del ´tanto peor, tanto mejor´. Entramos y salimos por la puerta, acá no entra nadie por la ventana”, detalló.
Posteriormente, disparó contra el presidente electo sin nombrarlo al decir: “Un país no es una empresa. Hay necesidades que deben ser cubiertas. El balance de un país es por cuántos argentinos quedan adentro y cuántos quedan afuera”, fustigó, en obvia referencia al perfil empresarial de Macri.
«Los hombres y mujeres que integramos este espacio político sabemos de las responsabilidades de gobierno y que cuando no se cumplen no impactan en los que más tienen y los ricos, sino en los de abajo, los más vulnerables, por eso siempre sostenemos las instituciones, al gobernabilidad, porque sabemos que cuando esta se rompe como sucedió en 2001, los más vulnerables y los que más sufren y pierden la vida son los de abajo», advirtió azuzando los fantasmas de la peor crisis económica, política y social del país, que sirvió de antesala a la hegemonía kirchnerista.
Y finalizó, en tono de advertencia: “Si alguien quiere arrebatarle sus derechos, ahí estaremos”.
El acto en el Hospital Posadas y las videoconferencias con los hospitales de Ituzaingó, Esteban Echeverría en Provincia y en Paraná, Entre Ríos, es la primera de una serie de actividades. En esas comunicaciones hubo elogios a la gestión K y un sentido recuerdo al ex presidente Néstor Kirchner.
Acompañada por el titular del AFSCA, Martín Sabbatella, ex candidato a vicegobernador boanerense, la mandataria dejó inauguradas las obras de ampliación y refacción de la guardia pediátrica y el hall central del centro sanitario del Hospital Posadas. La presencia de Sabatella no es menor, pues se trata de uno de los funcionarios K que planea resistir en el organismo encargado del cumplimiento de la Ley de Medios, durante la gestión macrista. Según LPO, la presidente apoya esta decisión del exintendente de Morón, así como también la del cineasta Tristán Bauer en la presidencia de la RTA (Radio y Televisión Argentina). Pero las continuidades que CFK defiende con mayor ahínco, desde luego serán las de Alejandro Vanoli en el Banco Central de la Nación –clave para impedir planes económicos de Macri- y de Alejandra Gils Carbó en la Procuraduría General de la Nación –como jefa de fiscales puede entorpecer investigaciones sobre la futura exmandataria y su entorno.
Al contrario de los mencionados, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, confirmó que ha puesto su renuncia a disposición del presidente electo y ya se reunió con su sucesor, Alberto Abad. Esta decisión habría enfurecido a la mandataria saliente, que a partir de diciembre no tendrá fueros y será investigada por las numerosas causas por corrupción en las que está involucrada, tras dos gestiones sucesivas al frente del Ejecutivo Nacional.