Junto a Santa Cruz, Formosa y Misiones, que ya votaban con este sistema, ahora San Luis y San Juan reinstauraron el antiguo método de sufragio para este año.
Miles de argentinos volverán a votar en 2023 con un método que estaba en desuso. Con cálculo político, los gobernadores de San Luis y San Juan aprobaron reformas electorales para adoptar el sistema de lemas, técnicamente conocido como “doble voto simultáneo”. De esta manera, son cuatro distritos -Santa Cruz y Formosa ya lo tenían vigente- que pasarán a sufragar con este mecanismo para los cargos electivos provinciales. En Misiones, en cambio, se aplica solo para los comicios municipales.
Para los analistas especializados en sistemas políticos, las lemas son un método controvertido que confunde a los votantes -porque multiplica excesivamente la oferta electoral- y tiende a beneficiar a los oficialismos. Por esa condición de “cancha inclinada”, la oposición criticó con dureza los cambios en las leyes electorales aprobados el año pasado en la región cuyana, calificandolás como una “vuelta al pasado” y un “retroceso institucional”.
Con las reformas recientes en San Juan y San Luis, los peronismos locales que apuntan a la reelección se verían favorecidos con el sistema de lemas. Así lo indica la experiencia con los casos paradigmáticos de Formosa, donde el gobernador Gildo Insfrán se consolidó como figura hegemónica con 28 años ininterrumpidos en el poder; y el de la provincia de Santa Cruz, donde Néstor y Alicia Kirchner ganaron cada elección desde hace 20 años.
En Misiones tampoco hay sublemas para el cargo de máximo mandatario provincial, aunque funciona a nivel municipal. Desde la gestión del gobernador Oscar Herrera Ahuad apoyaron el sistema porque “permite que muchos candidatos, que creen que no tienen chances de ganar la elección, aporten ideas y fundamentalmente sumen musculatura pensando en más adelante”, indicó el jefe de gabinete provincial, Ricardo Wellbach.
Los críticos más agudos de las lemas cuestionan que el problema principal que tienen es de la representación, ya que, además profundiza la fragmentación de la oferta electoral, el candidato más votado de una elección no siempre es el ganador bajo este esquema, una circunstancia que puede ser poco clara para la población. Es que el sistema, de manera tácita, entiende que cada votante mantendrá su preferencia por la lema escogida, aún cuando pierda su candidato en la sublema.
Fuente: INFOBAE
.