“Si lo único que se quiere es sumarse para ganarnos a nosotros, no nos tenemos que preocupar nosotros, sino el pueblo de Misiones”, lanzó el gobernador Maurice Closs, candidato a diputado nacional, cuando fue consultado esta mañana por M4 sobre si le preocupa una alianza opositora que incluya todos los espacios partidarios, con vistas a imponerse en las elecciones de Octubre. El gobernador consideró que la población “no quiere un cambio” de gobierno, por lo que una coalición no podrá vencer al oficialismo que gobierna la provincia desde hace más de 12 años. Pero lo llamativo es que Closs entró en contradicción al admitir que “siempre existe una vocación de cambio” y que el candidato oficialista para sucederlo Hugo Passalacqua, cambiará las cosas “que nosotros podemos no estar haciendo o (estamos) haciendo mal”.
Para Closs, tendrá un “mal resultado” la reunión de “dirigentes que ni se conocen, que hasta ayer estuvieron hablando mal el uno del otro, que no comparten visiones ideológicas y de provincia. Pero no va a llegar a ese riesgo porque no van a ganar las elecciones”, afirmó el gobernador saliente, quien pareció no percatarse que esta crítica se puede plantear al oficialismo, que es justamente, la reunión de dirigentes radicales y peronistas con el fin de obtener y mantener el poder desde 2003 hasta la fecha.
“Hay una cosa en la que (los opositores) no están acertados. El error pasa por pensar que el misionero está disconforme con la acción del gobierno y del espacio político de la Renovación y eso, hoy, yo no lo noto en la calle”, aseveró el mandatario y candidato a diputado nacional por la alianza del Frente para la Victoria y el partido de la Renovación.
En un análisis que se podría considerar tendencioso y sesgado, Closs consideró que “en la mayoría de las provincias donde intentaron juntarse, terminaron 60-40 (a favor del oficialismo) En Salta, por ejemplo, se juntaron detrás de Romero, y sacó 35 puntos. En Chaco se juntaron detrás de Aída Ayala, y salió 60-40”, planteó el candidato a diputado nacional, quien pareció olvidar la experiencia de Mendoza, donde el radical Alfredo Cornejo, apoyado por el PRO y el massismo, se impuso al candidato K, Adolfo Bermejo, terminando con 8 años de hegemonía kirchnerista.
En línea con su idea del fracaso de una coalición electoral opositora, Closs vaticinó que los votantes no van a acompañar a un frente, cambiando al candidato que tenían pensado votar, por el que proponga la coalición. “Muchos de esos votos los vamos a tener nosotros. Así que no me preocupa. (Una alianza opositora) elevaría el piso de la Renovación, a valores bien importantes”, sostuvo el gobernador, quien prefirió no hablar sobre porcentajes de intención de voto del oficialismo K en Misiones.
La oposición está “partiendo de la hipótesis de que la gente está buscando un cambio”, insistió Closs, repitiendo una perogrullada.
Luego de resaltar lo que él considera logros del partido gobernante, en el poder desde hace 12 años, Closs aseguró: “La gente no está en contra de la Renovación como para que se junten todos y estén buscando una vocación de cambio.”
Sin embargo, el gobernador volvió sobre sus pasos y esbozó lo más cercano a una especie de autocrítica, al admitir que “obviamente la gente quiere un cambio, pero hay que entender el concepto del cambio. El cambio lo van a expresar en el caso de… de… de… Oscar (Herrera Ahuad, candidato a vicegobernador de la Renovación K), de Hugo (Passalacqua, el candidato a gobernador) Claro que ellos van a cambiar cosas. Cosas que nosotros podemos no estar haciendo o haciendo mal”, admitió.
Acto seguido, intentó justificarse señalando que “la vida no es estática, es dinámica, y la vocación de cambio siempre existe. Ahora, cambiarnos a nosotros que estamos haciendo cosas todos los días… Soy muy optimista en el resultado electoral. Justamente, cuando veo que más cuando más intentan sumarse para jodernos a nosotros… la gente lo ve eso, muy rapidito. Aparte, (los opositores que formarían un Frente) hasta hace tiempo atrás estaban en espacios políticos distintos”, subrayó Closs.
Estas declaraciones resultan llamativas porque justamente, Closs era presidente de la UCR cuando pactó con el titular del PJ Carlos Rovira, en 2003, para conformar el partido de la Renovación, y formar parte de un gobierno provincial aliado al kirchnerismo. Closs y otros dirigentes han defendido esta alianza en términos de “ideología”, dejando en un segundo plano que todos los funcionarios renovadores que han ido rotando en los cargos más importantes del Estado provincial, han logrado un crecimiento exponencial en sus patrimonios.
De hecho, los memoriosos recordarán que Closs ha sido uno de los dirigentes más críticos de la gestión del exgobernador Carlos Rovira -hoy su aliado político-, previo al pacto de junio del 2003. Con lo que Closs termina criticando lo que él y Rovira hicieron hace 12 años: unirse únicamente para hacerse con el poder, más allá de las diferencias “ideológicas” entre los sectores peronista y radical que nutrieron a la Renovación.
Otros analistan han resaltado el carácter soberbio de estas declaraciones de Closs, que parece pretender un régimen renovador en la práctica, inamovible: si ganase el oficialismo, Misiones tendría un periodo de 16 años bajo gobiernos “renovadores” y de 20 años, si se toma el primer gobierno de Rovira como el inicio del régimen. Es decir, 20 años con Rovira ocupando los principales espacios de poder en la provincia, una de las más pobres y de peores índices de desarrollo humano del país.