Según reveló el periodista Pablo García, pese a la interna impiadosa y la desaparición de los funcionarios al momento de enfrentar los reclamos salariales de policías, docentes y empleados sanitarios, el gobierno se abroquela en el discurso de Javier Milei e insiste en que no cuentan con recursos para pagar los aumentos que piden los estatales. Sin embargo, este discurso centrado en las restricciones desmiente de plano lo que la cúpula de la Renovación le dijo al ministro Guillermo Francos y al subsecretario “Lule” Menem cuando visitaron la provincia para conseguir los votos para la ley Bases.
Se agrava el conflicto salarial y laboral en Misiones, que lleva seis días con los policías y penitenciarios reclamando recomposiciones del 100% en sus haberes, en conjunto con los docentes y sanitarios, pero en el gobierno renovador, se abroquelan en el discurso de que “no hay plata” para afrontar la demanda de sueldos dignos.
Están “con una interna impiadosa, pero en el gobierno de la renovación, si hay unidad es decirle a la sociedad que ‘no hay plata’, el discurso del (presidente Javier) Milei, y que la situación salarial de Misiones no está ajena a lo que le pasa al resto del país”, confió Pablo García en su análisis de la postura de la provincia frente a las protestas conjuntas de estatales y policías, que no tienen precedentes en las últimas décadas –en el acuartelamiento de policías del 2012, no se sumaron empleados estatales.
“Pero el gobierno, cuando vino el ministro (del interior Guillermo) Francos y (Eduardo) ‘Lule’ Menem (subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de la Presidencia), lo primero que dijo (la cúpula de la Renovación) es que tenían ‘todo ordenadito’, que ‘no necesitamos ajuste’, que ‘nuestra deuda estaba acordada’. No les dijeron que hace veintipico de años que están de emergencia y no le pagaban a nadie
Y en la cuestión salarial, que ‘le estamos ganando a la inflación’, ese fue el mensaje”, destacó García este lunes en el programa El Bueno y El Malo, exponiendo la contradicción entre el discurso de la carestía y el de las supuestas cuentas ordenadas y de “economía robusta”.
De acuerdo con García, “la discusión” con los sectores estatales, es que a los escalafones más bajos los “lleven lo más cerca posible a las 800 lucas ($800 mil) de la canasta (básica total)” Pero “a los protagonistas, o pseudo protagonistas, porque algunos están muy escondidos, sobre todo los pibes (funcionarios jóvenes) que tienen terror, lo único que los une a todos en el gobierno de la Renovación, es el discurso de que no hay plata”, sentenció el periodista.