José Manuel De La Sota, uno de los referentes del espacio UNA -la tercer fuerza electoral tras las elecciones presidenciales de octubre del 2015- no pudo asistir al encuentro en el country La Herradura (Pinamar) entre Sergio Massa (su socio en UNA y líder del Frente Renovador), Diego Bossio (extitular de la ANSES y dirigentes kirchnerista pero alejado de La Cámpora), y Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta y un líder del FpV enfrentado con la expresdidente Cristina Kirchner). El “Gallego” De La Sota estaba de vacaciones en Brasil –su lugar en el mundo-, pero estuvo prácticamente online con Massa vía chat y ya se anotó para el próximo encuentro del peronismo postkirchnerista, en el que será local, ya que tendrá lugar en Villa Carlos Paz, en febrero próximo. También será de la partida, el actual gobernador cordobés, Juan Schiaretti.
Según fuentes de LPO, la idea ahora es hacer una cumbre aún más amplia en Córdoba para consolidar la presencia de la pata cordobesa del armado del peronismo pos-cristinista. En el encuentro del viernes en Pinamar, además de Massa, sus intendentes y legisladores, estuvieron los salteños Urtubey y Gustavo Sáenz (intendente de Salta y dirigente del FR – UNA) y el diputado nacional bonaerense Bossio. También estuvieron el catamarqueño Dalmacio Mera y el cordobés Carlos Caserio.
Bossio fracasó en sumar a intendentes del peronismo bonaerense, pero estos no cortan el contacto con Massa, a quien algunos de ellos visitaron este sábado en su casa de Pinamar. La idea de ellos es seguir manteniendo el contacto “por abajo” por lo menos hasta marzo.
Los intendentes peronistas no reconocen al extitular de la ANSES como interlocutor –“en su localidad, Tandil, sacó apenas 18 por ciento”, le recuerdan- y en todo caso primero quieren consolidar su grupo, terminar de hacerles sentir el peso territorial a los legisladores, negociar cargos y fondos con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal (PRO – Cambiemos), y después ver que hacen con Massa y el peronismo.
Mientras negocian por lo bajo con dirigentes del peronismo post-kirchnerista, quieren ver como evolucionan los gobiernos del presidente Mauricio Macri y Vidal; que pasa con Cristina Kirchner y cuanta cuerda le queda a Scioli, que aspira a volver a la carrera presidencial, presentándose como candidato a senador por la provincia en el 2017. Misma escala que medita Massa.
En el asado de Pinamar, De la Sota fue considerado de manera unánime una pata central del incipiente armado. “La verdad que me debo un café con José Manuel, él tenía razón con lo de la caja”, dijo Bossio que reconoció así al pasar, que cuando estuvo al frente de la Anses, le robó con toda intención unos 12 mil millones de pesos a Córdoba por los fondos de jubilaciones. Carlos Acuña, de la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo, otro de los presentes, también lo elogió: “Es un símbolo de la resistencia peronista y de dignidad política, el gallego tiene que estar acá”, arengó. Más parco, el salteño Urtubey se limitó a expresarle a Caserio “mandale mis respetos y saludos a Juan Manuel y Juan”, en referencia a De La Sota y Schiaretti.
Estas reuniones entre dirigentes de peso del peronismo no cristinista apuntan a lograr acuerdos para evitar un regreso de Cristina, que aspira a presidir el Partido Justicialista en el presente año -se eligen autoridades partidarias a nivel nacional-. Casi todos los mencionados tienen aspiraciones a suceder a Macri, a partir del 2019, o al menos, ejercer un rol preponderante primero desde la oposición al macrismo y luego en un eventual nuevo gobierno.