Un día después de la crisis política desatada por la ola de renuncias en el gabinete nacional por parte de los ministros que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, en una maniobra para presionar por cambios luego de la derrota electoral del pasado domingo, el presidente Alberto Fernández centralizó su agenda matutina en la quinta presidencial de Olivos, desde donde monitorea con atención la apertura de los mercados junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que arribó a Casa Rosada pasadas las 11.
Por su parte, para el transcurso de la tarde se espera que un sector muy importante de organizaciones sociales, encabezadas por Fernando “Chino” Navarro movilice hoy, en “apoyo” al mandatario. Aunque Alberto pediría que se dejen sin efectos las marchas para apaciguar la situación y no se acentúe la interna.
Hasta el momento Fernández observa el impacto sin tomar una decisión firme, pese a que todo indica que nada cambiará.