Mientras los gremios alineados con el gobierno UDPM, UPCN y ATE, firmaron acuerdos salariales en los sectores de educación y salud, sus afiliados y trabajadores de otros gremios y autoconvocados siguen protestando en la calle por una recomposición salarial del 100%, el porcentaje de inflación acumulada desde octubre a la fecha. No hubo acuerdo con los uniformados y se espiraliza el conflicto salarial.
Este miércoles, docentes, trabajadores de la salud, policías, penitenciarios y retirados se movilizaron hasta Casa de Gobierno de Misiones, en su reclamo conjunto por una recomposición salarial en torno al 100%, que acerque a los sueldos al costo de la canasta básica total para una familia tipo, que supera los $800 mil mensuales.
El gobierno provincial se mantiene en su postura de no mejorar las ofertas salariales que ya acordaron con los gremios oficialistas UDPM (Unión de Docentes de la Provincia de Misiones), y UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación) y ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), en acuerdos que fueron repudiados por la mayoría de los afiliados y por los trabajadores de otras entidades gremiales y autoconvocados.
Según publicó Primera Edición, esta tarde, la marcha de los estatales y los uniformados partió desde el acampe frente al Comando Radioeléctrico I –donde se llegó al sexto día de acampe–, pasó por el Ministerio de Salud Pública y llegó a la plaza 9 de Julio donde ratificaron la unidad de los sectores y el pedido de una recomposición salarial del 100%. La movilización fue masiva en el marco de las luchas salariales que están siguiendo todos los medios del país.
Encabezados por el vocero de los retirados, Ramón Amarilla, y por docentes que abandonaron momentáneamente el acampe que llevan adelante frente al Comando Radioeléctrico I, los manifestantes se dirigieron al Ministerio de Salud donde trabajadores autoconvocados tomaron el edificio en disconformidad con el incremento salarial que acordaron los gremios ATE y UPCN, con una recomposición en torno al 28% y un acuerdo oscuro para que los sindicatos eleven listas de trabajadores precarizados para el pase a planta permanente.
Desde ahí, los tres sectores de estatales pasaron por Energía de Misiones (EMSA) donde ya no seguían los reclamos de los empleados y desde ahí se fueron hasta la plaza 9 de Julio, donde esperaba una Casa de Gobierno totalmente cerrada. Cabe subrayar que el gobernador Hugo Passalacqua y el vice Lucas Romero Spinelli evitan todo contacto con la prensa pese al estallido social que se vive en la provincia.
Por la tarde, el ministro de Gobierno Marcelo Pérez dialogó con TN y dijo que el mandatario “no tiene nada que decir” y que ya se otorgó la recomposición salarial que podía brindarse, con lo que dejó en claro que Passalacqua no recibirá a los sectores que reclaman por salarios dignos, que superen el costo de una canasta de pobreza. Y volvió a defender en público y ante la TV Nacional, su insólito argumento sobre el costo que debe cubrir un salario: únicamente una canasta básica per cápita que en abril fue de $268 mil (a nivel nacional)
Frente a la Casa de Gobierno de Misiones y con todos los funcionarios provinciales ausentes, un representante de cada sector tomó el micrófono y explicó los motivos por los que se ven obligados a salir a la calle a protestar para lograr un salario digno. Todos coincidieron en ratificar la “unidad de los trabajadores” y en cerrar filas bajo el reclamo del 100% de recomposición salarial.
Luego, la columna retornó al Comando Radioeléctrico por la calle Félix de Azara por donde se encuentra la Jefatura de Policía, el punto central que tiene la fuerza provincial. Al llegar ahí, los manifestantes dieron una vuelta a la manzana rodeando el edificio y luego marcharon nuevamente hacia el campamento sobre la avenida Uruguay, que se inició el viernes pasado y cada día suma más sectores. Vale destacar que este miércoles se sumaron los oficiales del Grupo de Intervención Rápida (GIR), los bomberos y los guardaparques, a la protesta que es noticia nacional. Mientras tanto, el gobierno provincial apunta a la división de los sectores –con los acuerdos parciales con sindicatos afines– y al desgaste de los manifestantes.