El escándalo por la contratación por parte de la EBY, del ministro del Superior Tribunal de Justicia Sergio César Santiago, entre 2012 y 2015 continúa reverberando en la escena política provincial, al tiempo que abogados, políticos y exfuncionarios comienzan a dar muestras de una opinión unánime en favor de su renuncia y/o destitución. Este miércoles, el Colegio de Abogados de Misiones (Cademis) decidió pedir la renuncia del ministro rovirista, y a la par, comenzar una investigación sobre la relación económica entre el organismo que presidía Oscar Thomas y el cuestionado magistrado. Recientemente, el exFiscal de Estado, Jorge Lloyd Wickstrom se sumó a los detractores y destrozó al ministro: “Le hicieron un conchabo en la EBY. No hay antecedentes (de un Ministro que incurra en un doble cargo) ni en la provincia ni en el país”, advirtió, al tiempo que añadió que duda de la “capacidad, idoneidad y honorabilidad” del ministro.
“Hay una manifiesta incompatibilidad de funciones. La Constitución de la provincia permite ejercer la docencia a cualquier funcionario judicial. Cuando Santiago concluye su trabajo de asesor de la EBY y asume como Ministro del STJ, se cambia la relación y se le hace un contrato, un conchabo disfrazando el objeto del mismo, como una prestación de servicio de docencia. Pero dentro de ese contrato hay otras tareas a hacer que no son de docencia”, enfatizó Lloyd Wickstrom, en diálogo con M4 esta mañana.
En esta línea, el exfiscal explicó sobre la violación de la Constitución provincial y sobre el reglamento interno del STJ: “La locación de servicios que no es docencia y ahí es donde viene la incompatibilidad”.
“La docencia tenía que ejercerla en una institución educacional. ¿Le daba clases a unos cuantos abogados de Yacyretá?”, preguntó Lloyd Wickstrom suspicaz, poniendo el foco en la maniobra para disfrazar el lucrativo contrato: cobró 30 mil pesos mensuales por ocho meses en 2012, cifras similares por 24 meses en 2013 y 2014, y 45.500 pesos en los primeros cuatro meses del 2015. En abril del año pasado, Santiago decide terminar con la relación contractual, quizás anticipando lo que podría ser una derrota electoral del kirchnerismo y una remoción de su jefe y amigo, Oscar Thomas.
Para el exFiscal, si Santiago fuera una persona honorable, debería renunciar, puesto que ni siquiera comunicó oficialmente al Superior sobre su doble trabajo. Según él, Santiago entró en faltas tanto en el plano ético como en el jurídico, por esta maniobra.
Consultado sobre los motivos que habrían llevado a Santiago a aceptar el contrato por el que percibió más de un millón de pesos –en 36 meses de “trabajo en educación”-, el exFiscal no dudó en apuntar a la “ambición desmedida de dinero. No pensó que iba a haber un revés electoral (la caída del Kirchnerismo en las elecciones nacionales del 2015) (y proyectaba) que continuaría Thomas en la EBY y todo esto quedaría escondido”, disparó el abogado.
En cuanto al futuro de Santiago, el exfiscal explicó que sólo puede ser removido por un Juicio Político promovido por los diputados provinciales en la Cámara de Representantes. “Todos los años se conforma en la Cámara la Comisión Acusadora, y allí es donde hay que presentar el pedido de Juicio contra Santiago”, comentó. Desde luego, como la Cámara es controlada por el oficialismo, es de esperarse que no prospere ningún pedido de destitución, independientemente de que un blindaje, tenga su costo político, sobre todo para el jefe de la bancada de la Renovación, el diputado Carlos Rovira. De todas formas, es prácticamente un hecho que habrá pedidos para que se conforme la Comisión.
No hay antecedentes de un doble cargo por parte de un Ministro de un Supremo Tribunal, “ni en la provincia ni en la nación”, subrayó el exfiscal, quien aclaró que sí hubo casos “de ministros o jueces que dictan clases en universidades”. “Es el único caso que va a aparecer en los anales de la historia. Es muy grave”, expresó Lloyd Wickstrom, quien expresó que tiene serias dudas sobre la “capacidad, idoneidad y honorabilidad”, del Ministro en cuestión.