En la Rosada adelantaron que también subirá el salario mínimo, entre otras medidas que acentuarán el gasto fiscal, con fines electorales. En lo que va del año, el Banco Central emitió $850.000 millones para cubrir el déficit fiscal y generó presión sobre el valor de la moneda nacional.
Tras la derrota del domingo y las críticas de parte de la coalición por la disciplina fiscal del Ministro de Economía Martín Guzmán en el primer semestre, la Casa Rosada avanza con una agenda que inquieta a los mercados porque la interpreta como una radicalización y más gasto público. Este lunes el Gobierno adelantó que en la semana Alberto Fernández anunciará un nuevo aumento de los salarios mínimos y también de las jubilaciones.
Fuentes de la Casa Rosada reconocieron que las jubilaciones siguen rezagadas respecto a la inflación y cargaron las culpas sobra la caída que sufrieron entre 2015 y 2019. Es decir, apelaron al recurso de culpar a la gestión de Mauricio Macri. Pero lo cierto es que Guzmán también aplicó un silencioso ajuste sobre los haberes de los jubilados. En ese contexto, según LPO, esas fuentes de la Rosada confirmaron que “habrá anuncios económicos esta semana para atender el reclamo de la gente que la está pasando mal”.
Se trata de una mejora en los ingresos para los mayores por encima del 12,39% que subieron a partir de este mes las jubilaciones, asignaciones y pensiones. Conforme a la Ley de Movilidad 27.609, estos haberes acumularon una recomposición del 36,2% en lo que va del año, frente al 37% que subieron aproximadamente los precios desde enero hasta agosto.
De esta forma, el Gobierno insinúa una profundización de la emisión monetaria para financiar al Tesoro y un alejamiento de la convergencia al equilibrio en las cuentas públicas necesaria para estabilizar la macroeconomía. Sin más, en los primeros 8 días de septiembre, se emitieron $140.000 millones, de acuerdo a los últimos datos disponibles: $60.000 millones el viernes 3 y otros $80.000 millones el miércoles 8. Con esto, ascienden a $850.000 millones la emisión para financiar al fisco en lo que va del año.
Este es precisamente el temor de analistas y economistas, es decir, una respuesta en caliente del Gobierno ante el resultado de las PASO que se traduzca en una pulsión por emitir pesos ilimitadamente con ánimos de revertir en noviembre los resultados electorales.
De hacerlo, proyectan que un acuerdo con el FMI se volverá más dificultoso y que habrá más inflación si el Gobierno avanza por el lado de la dominancia fiscal, con más presión sobre las Leliqs y sobre la brecha cambiaria. Todo lo cual podría precipitar una devaluación que se traduzca en más inflación y con el aumento de precios, un aumento en los niveles de pobreza, ya de por sí, altísimos. Además, este proceso supondrá un freno a la recuperación económica.
Por otra parte, también se espera que se avance con el ajuste del impuesto a las Ganancias para fomentar el consumo. Esto se suma la Ley de Compre Argentino que presentó este lunes el ministro Kulfas para promover la inversión y la generación de 30 mil puestos de trabajo en las Pymes. Ambas iniciativas, entienden en el Gobierno, son una inversión que puede generar más gasto en el corto plazo, que se recupera con creces en los tributos cuando en la economía se hace girar la rueda.