Un sector del kirchnerismo duro, liderado por la cúpula de “La Cámpora” y algunos dirigentes del justicialismo bonaerense como el intendente K de La Matanza, Fernando Espinoza, impulsan la candidatura de Jorge Capitanich, con Aníbal Fernández como apoderado, para impedir que el exgobernador José Luis Gioja sea el candidato del consenso y asuma como presidente del Partido Justicialista. La operación política pretende que resulte imposible la realización de las elecciones internas convocadas para el 8 de Mayo, y luego, en ese escenario, impulsar a Daniel Scioli como el candidato que podría unir a los ultra-K –que se resisten a dejar el partido- y los postkirchneristas –que quieren alejarse lo más rápido posible del anterior gobierno y sus escándalos por corrupción.
La idea pergeñada en el seno del kirchnerimo “cristinista” es que el chaqueño Capitanich bloquee la candidatura del sanjuanino José Luis Gioja, a quien los camporistas y Cristina nunca creyeron su muestra de fe al votar contra el acuerdo con los buitres. “Después de eso fue y se juntó con Obama y Macri”, rezongaban cerca de la ex presidenta Cristina Kirchner.
Por eso, Capitanich será la primer avanzada para generar un escenario de interna de imposible realización –no hay fondos ni voluntad para armar una elección nacional. Una vez llegada a esa situación de suma cero, se pondrá en marcha el segundo paso: surgirá entonces el nombre de Daniel Scioli como “la solución” para unir a un partido fragmentado.
La propuesta tiene trampa, obvio. Scioli, ahora como antes, sufre una dependencia extrema del kirchnerismo, y atrás de su candidatura la ex presidenta y La Cámpora aspiran a quedarse con todos los resortes de poder y cargos de importancia en el PJ, empezando por los apoderados que firmarán las listas del año próximo.
Según LPO, le ofrecerán a Scioli, la candidatura a senador nacional por la provincia de Buenos Aires para el año próximo y hasta podría haber alguna diputación nacional para su mano derecha, Alberto Pérez. Todo con el apoyo expreso de Cristina Kirchner.
La propuesta cuenta con el respaldo del jefe del PJ bonaerense Fernando Espinoza, que está en minoría entre sus pares del Conurbano que hoy se reunieron en Bolívar, precisamente pensando en un partido que empiece a dejar atrás al kirchnerismo. Este martes, Espinoza y algunos de esos intendentes se reunieron con el jefe de los senadores Miguel Ángel Pichetto. El rionegrino quedó inquieto porque vio al matancero “muy kirchnerista”.
Pichetto articula no sólo con Gioja y los gobernadores, sino también con el bloque de diputados que lideran Diego Bossio y Mauricio Mazzón. Son los sectores que apuestan a un acuerdo con Sergio Massa para el año que viene, que aseguran, terminaría de liquidar en la provincia de Buenos Aires la etapa kirchnerista, aplastando a Scioli y si va con Cristina, mejor.
Por eso, para ese sector, la mejor solución posible para resolver la inminente interna por el PJ -que en la primer semana de abril exige la presentación de listas-, es una intervención judicial, que coloque al partido en un lugar neutral, hasta que se defina lo importante en las elecciones del año próximo, esto es, por dónde pasará el nuevo eje de poder del peronismo.