A diferencia de lo ocurrido en otras denuncias en su contra, Máximo Kirchner salió públicamente a desmentir la fuerte acusación que sostiene que es cotitular de cuentas bancarias en Estados Unidos y en las Islas Caimán, con 62 millones de dólares. Este martes, dirigentes de peso dentro del kirchnerismo salieron a respaldarlo en estas acusaciones que consideraron, parte de una campaña mediática. Entre los que se expusieron para defenderlo, están el incondicional Aníbal Fernández –el Jefe de Gabinete- y el precandidato presidencial Daniel Scioli –gobernador de Buenos Aires-, quienes se verán salpicados políticamente, si la investigación avanza y se comprueba la severa irregularidad que abre sospechas sobre maniobras de lavado de activo y enriquecimiento ilícito, en el entorno más cercano de la presidente Cristina Fernández.
En un intento desesperado por desmentir a denuncia, Máximo Kirchner sacó anoche un comunicado que fue difundido por medios estatales y por su mamá, y hoy dio su primera entrevista en un medio –con el periodista ultraoficialista, Víctor Hugo Morales. Como si no alcanzara con eso, según LPO, la propia Presidenta bajó la orden de que todo el kirchnerismo lo defienda.
El primero fue, como no podía ser de otra manera, Aníbal Fernández. El jefe de Gabinete dijo que la denuncia de la revista brasileña “Veja” es «mugre pura» y se quejó porque «le pegan a Máximo para pegarle a la Presidenta de la Nación, dos cosas injustas».
«Saben una cosa, Máximo no sale del país con pasaporte por lo menos desde 2001 (el líder de La Cámpora aclaró luego que fue en 2002). Así que no pudo haber estado en Delaware o en Luxemburgo para abrir las cuentas. No estuvo, no pudo haber viajado nunca porque nunca salió, salió una sola vez con DNI para ir a Uruguay. Miren qué cosa paradójica, otros hijos de personas con poder o con dinero viajan tres o cuatro veces por año. Él no salió nunca, ¿cómo explican ese verso que inventó?», disparó.
Más tarde, se sumó Daniel Scioli, quien se mostró en “solidaridad” con Máximo “por las acciones difamatorias y calumniantes vertidas en su contra a nivel nacional e internacional”. “Rescato su fortaleza anímica y espiritual para defender dignamente sus convicciones políticas”, agregó el elogioso gobernador bonaerense, mostrándose leal con el líder de La Cámpora, pese a que esta agrupación no ha perdido oportunidad de denostarlo.
Según declaraciones que difundió su equipo de prensa, Scioli aseguró que “las disputas electorales no deben poner en juego la honra de las personas ni los intereses del país” y agregó que “las conquistas de este proyecto nos tienen que encontrar a todos los argentinos juntos defendiendo el trabajo, la educación, las políticas de inclusión y el futuro de las mismas”.
En la misma línea se expresó Diego Bossio. En declaraciones a radio Del Plata, el director de ANSES (Administración Nacional de Seguridad Social) afirmó que “el ataque a Máximo es predecible, porque evidentemente hay un sector de la sociedad, de las corporaciones y de los medios más corporativos, con un nivel de agresión y virulencia muy fuerte. Hacia la juventud, hacia el espacio político hacia quienes hemos transformado la Argentina. Le pegan a Máximo para dañar al proyecto”.
“Hay cosas que molestan y mucho. No tienen ningún tipo de reparo, ni cuidado y ponen cualquier tipo de información, sin nada de verdad. Me parece muy irresponsable el manejo que hacen de estas cosas. Igual no creo que este tipo de denuncia haga ya ningún tipo de daño. Porque la verdad, todo lo puede”, recalcó Bossio.
Finalmente, recomendó al periodismo “ser responsable y cuidadoso con las opiniones. No se puede dar cualquier tipo de información, sin un ejercicio responsable de la actividad periodística. Gratuitamente descalifican y buscan estigmatiza a partir de una mentira. Estos medios de comunicación deberían tener un mayor sentido de la responsabilidad y que no se puede construir nada desde ahí, desde el odio. ¿Qué te motiva a escribir algo con tantas mentiras, con tan poco nivel de rigurosidad, y para generar tanto daño? ¿Qué te motiva a escribir desde el odio?”, se preguntó apelando a un lenguaje emotivo, que corre el eje de análisis y nada tienen que ver con las sospechas de corrupción, evasión y lavado de activos.