El Frente para la Victoria festejó un triunfo en Tucumán, pese a que el escrutinio provisorio no se completó y se registraron irregularidades e incidentes muy serios, en los comicios realizados este domingo. Según los datos preliminares, el exministro de Salud de la Nación y candidato a gobernador Juan Manzur, habría obtenido el 54% de los votos, contra el 40% obtenido por José Cano, el candidato radical que encabezaba una coalición de todo el arco opositor, con el apoyo de los candidatos presidenciales Mauricio Macri y Sergio Massa. Mientras el gobernador José Alperovich, Manzur y el candidato presidencial del kirchnerismo, Daniel Scioli, festejaron la victoria, desde la oposición no reconocieron el triunfo y pidieron la apertura de la totalidad de las urnas. Hubo irregularidades en los telegramas con los resultados provisorios; golpearon a periodistas que filmaron a militantes kirchneristas, entregar bolsones de comida a cambio de votos; golpearon a gendarmes y se quemaron 42 urnas, hechos que empañaron la elección. La gravedad de lo ocurrido, motivo un enérgico pedido de Macri para que se garantice la normalidad en los próximos comicios en Chaco y en las elecciones generales de Octubre.
Las irregularidades e incidentes se multiplicaron en Tucumán, durante la jornada de este domingo. Pasaron varias horas desde el cierre de los comicios para que la página oficial diera los primeros números del escrutinio (después de estar caída durante un largo rato), aunque recién bien entrada la madrugada Manzur y Daniel Scioli se animaron a celebrar su triunfo, diciendo tener «una diferencia irreversible».
De todos modos, hubo que esperar casi doce horas para que el conteo oficial diera una cantidad elocuente de mesas escrutadas. Así, el actual vicegobernador obtenía el 54,42 por ciento de los votos, mientras que Cano alcanzaba el 40,75 por ciento, según LPO. La diferencia era de unos cien mil votos.
Pasadas las dos de la madrugada y con apenas poco más del 15 por ciento de las mesas escrutadas, el kirchnerismo se mostró festejando con euforia, en un bunker donde sobresalían Scioli, José Alperovich, Aníbal Fernández y Wado de Pedro, entre otros dirigentes nacionales y provinciales.
«El pueblo tucumano no se dejó llevar por las campañas negativas ni el desánimo», lanzó Scioli contra los referentes de Cambiemos. «Lamento que el jefe de la flamante alianza (por Mauricio Macri) en una visita fugaz vino a querer embarrar la cancha, como lo hicieron previamente», continuó.
El candidato presidencial del FPV había llegado temprano junto a Aníbal y De Pedro a bordo del Tango 04, y se trasladaron directamente a la Casa de Gobierno, donde lo esperaban Manzur y Alperovich. Sin embargo, no pudieron festejar ante la falta de resultados y los graves incidentes que se producían en distintas localidades.
Cuando salió a festejar, Scioli apuntó a la oposición porque «quieren poner en dudas el escrutinio». «Esto no es un hecho aislado porque primero impidieron que los jóvenes voten, luego se intentó suspender la elección y ahora ponen duda sobre este acto democrático al que los tucumanos se volcaron libremente», cuestionó. Esta mañana, en diálogo con TN, Scioli insistió en la contundencia del triunfo kirchnerista, al tiempo que criticó a Macri por no reconocer la victoria de Manzur. Pese a mostrarse en contra de todo hecho de violencia, el gobernador bonaerense intentó restarle importancia a lo sucedido. Al ser repreguntado sobre la agresión a un camarógrafo que filmó a militantes kirchneristas entregando bolsones de mercadería a cambio de votos, Scioli dijo: “No me consta que haya sucedido eso.”
Mientras tanto, en el bunker de la oposición Macri y Ernesto Sanz aparecieron antes de que se conocieran los resultados y el líder del PRO le reclamó a Scioli y Alperovich que «garanticen» que el escrutinio de las elecciones se desarrollen «en paz», al tiempo que habló de «denuncias muy graves».
Por su parte, José Cano y su candidato a vice José Amaya reivindicaban su triunfo a partir de los datos de sus fiscales. «Es sospechoso que la Junta todavía no tenga una información veraz. Hemos ganado en Bella Vista, en Concepción, en Yerba Buena, en Aguilares, en Tafí Viejo. El triunfo en la capital es contundente, estamos ganando por más de 20 puntos», celebró el radical.
Además de la falta de resultados oficiales por varias horas, las elecciones quedaron manchadas por la quema de urnas, las graves heridas que sufrió un gendarme, y las denuncias de la oposición por presunto fraude y clientelismo.
Según LPO, el hecho más grave ocurrió en la localidad de San Pablo, donde un gendarme resultó herido cuando efectivos de esa fuerza utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos contra punteros políticos que intentaron ingresar a una escuela durante el escrutinio. En tanto, en Alberdi, también tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad para controlar los disturbios.
En la localidad de La Florida, policías y gendarmes reprimieron con gases lacrimógenos y balas de goma a militantes del oficialismo y la oposición que se enfrentaron en fuertes peleas mientras se desarrollaba el escrutinio.
La denuncia por la quema de 29 urnas en San Pablo y Sargento Moya alentó las sospechas y las quejas de la oposición. En Sargento Moya, dos personas fueron acusadas de quemar dos urnas, lo que obligó a la Junta Electoral de Tucumán a suspender las elecciones en esa localidad ubicada a 50 kilómetros de la capital, en el distrito de Monteros, y llevará a convocar a comicios complementarios para la designación del comisionado comunal.
Por la noche se sumaron otras 27 urnas de San Pablo, una localidad de la periferia de la capital, información que fue confirmada por el secretario electoral Darío Almaraz. En la escuela Alfredo Cosson, del barrio Ejército Argentino de la capital tucumana, el fiscal general del opositor Acuerdo para el Bicentenario hizo vaciar la urna 959 porque una dirigente del oficialismo la había llenado de votos del Frente para la Victoria.
Por estos incidentes, el Acuerdo del Bicentenario había presentado un pedido de suspensión del escrutinio porque «no están dadas las garantías», según afirmó Cano. El pedido incluía la nulidad del escrutinio provisorio y la suspensión de la difusión de datos.
«No puede ser que lo que expresa la voluntad popular del pueblo esté supeditada a que una fuerza política tenga o no la posibilidad de poner 3.400 fiscales. Lo que debería garantizar la transparencia del fiel reflejo de la voluntad popular. En San Pablo, al darse cuenta de que estaban perdiendo agredieron a las mujeres, hirieron a un gendarme y quemaron las urnas. Es vergonzoso que esto ocurra en el siglo 21 y luego de más de 32 años de democracia. Tenemos datos de Los Pizarro, La Florida, de Tafí Viejo en donde estaban perdiendo y cortaron la luz», lamentó Cano.
Por otra parte, el actual secretario de Gobierno de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, se consagró ayer como el nuevo intendente de la capital provincial, al superar por algo más de diez puntos al candidato kirchnerista Pablo Yedlin.
Con el 75,79 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato del frente opositor Acuerdo del Bicentenario se imponía con el 49,78% de los votos contra el 38,25% del actual ministro de Salud provincial.
Alfaro es la mano derecha del intendente peronista Domingo Amaya, que ayer se presentó como el candidato a vicegobernador del radical José Cano, en una alianza formada para enfrentar al alperovichismo. El triunfo lo ubica automáticamente como el segundo hombre más importante en la provincia, a partir del 10 de diciembre. Es que la capital provincial concentra alrededor del 40% de la población y uno de los más importantes bastiones de la oposición. La elección de Alfaro es, además, un golpe para José Alperovich ya que fue uno de los articuladores de la alianza de Amaya con Cano, tras la pelea del intendente y el gobernador después de 11 años de gestión compartida.