Mientras que públicamente se evitan, los dos precandidatos presidenciales de la oposición con mayores posibilidades, estarían negociando para no dividir el voto contra el gobierno, en beneficio del kirchnerismo. Este domingo, Emilio Monzó, un operador del PRO, cenó con los intendentes massistas Mario Meoni (Junín) y Joaquín De La Torre (San Miguel), en Tigre. Allí le habría efectuado la propuesta de Macri para el diputado nacional: que decline su candidatura presidencial y se postule a gobernador de Buenos Aires, en una alianza con el PRO. La contrapropuesta habría sido bien diferente: ir a unas PASO de toda la oposición y a partir del resultado, se acomodan el resto de las candidaturas, concentradas en un único espacio que llegaría a forzar un Ballotage. El temor de los operadores es que la división del voto opositor beneficie al kirchnerismo, que en ese escenario, podría alcanzar 40 puntos con 10 de diferencia sobre su más inmediato perseguidor, imponiéndose en primera vuelta.
Según LPO, Macri no quiere competir en las PASO con Massa y propone que si va de gobernador bajará la candidatura de María Eugenia Vidal, que en ese caso podría ir de candidata a vicepresidenta del líder del PRO. De cualquier manera, Vidal estaría condenada al fracaso si continúa como candidata a gobernadora bonaerense, de allí uno de los motivos para las negociaciones entre operadores.
Según trascendió, el macrismo habría lanzado un ultimátum al espacio de Massa, para que en los próximos 15 días definan su estrategia electoral. El 10 de Junio próximo, vence el plazo para la formalización de frentes electorales ante la Justicia. El planteo del PRO se funda en la reciente pérdida de dirigentes en el espacio de Massa: varios intendentes del conurbano y dirigentes de todo el país, han abandonado al tigrense para pasarse al sciolismo o al macrismo. En otras palabras, el macrismo le pide a Massa que se baje ahora “con dignidad” antes de que continúe la diáspora de dirigentes de su espacio.
Pero, de acuerdo con una versión de La Nación, ni Meoni y ni De la Torre, que venían de la casa de Massa, escucharon que haya un ultimátum, sino más bien un pedido. El PRO tiene motivos para negociar porque su candidata a gobernadora de Buenos Aires no mide bien y caería claramente contra Francisco De Narváez (del Frente Renovador), en el distrito electoral más importante del país. Según el massismo, hasta las encuestas del PRO dan a Vidal por debajo de los 16 puntos porcentuales en la intención de voto.
De La Torre y Meoni, según el diario nacional, se habían reunido con los intendentes Gabriel Katopodis (San Martín), José Eseverri (Olavarría) y los diputados Felipe Solá y Graciela Camaño, quien pergeñaron la propuesta de una gran PASO opositora. Ante la debilidad del macrismo en provincia de Buenos Aires, desde el massismo tienen un elemento para negociar. En la misma línea, De Narváez también salió a pedir una gran interna opositora tanto a nivel nacional como en Buenos Aires, donde el kirchnerismo se juega su continuidad detrás del gobernador Daniel Scioli. Pero el propio Macri rechazó esa propuesta, dejando en claro que el encono con el dirigente colombiano se mantiene intacto.
Desde el macrismo están confiados en que el diputado de Tigre continuará perdiendo dirigentes de su espacio, en cuyo caso, las condiciones para negociar serán mucho más favorables. Desde las huestes del tigrense opinan que aún en el peor escenario, Massa no declinará su candidatura y, en todo caso, si quedara afuera de la pelea presidencial, sus votantes –en su mayoría peronistas- se irán con Scioli y no con Macri, que quedó muy alineado con el radicalismo.