En el círculo del Presidente, reconocen que el acercamiento del líder del Movimiento Evita a la Vicepresidente y La Cámpora, liquida los sueños de una reelección para el mandatario, al dejarlo sin un armado territorial. La pelea entre Máximo Kirchner y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, clave para la alianza de Pérsico con el “cristinismo”
En el “albertismo” ya reconocen que el acercamiento de Emilio Pérsico a Cristina Kirchner es el golpe de gracia contra los sueños de reelección del presidente. La Vicepresidente recibió al líder del Movimiento Evita en su despacho un día después que una patota atacara en Isidro Casanova a militantes del Evita.
Según publicó LPO, en algunos sectores del peronismo vincularon a la patota al intendente Fernando Espinoza, ahora enfrentado a Máximo Kirchner. En La Matanza, el feudo de Espinoza, hubo llamados en solidaridad con los dirigentes del Evita agredidos. Y uno de los primeros en “solidarizarse” fue el jefe de La Cámpora. Y le devolvieron la gentileza al invitarlo a una misa en la catedral de San Justo, frente a la municipalidad de Espinoza, que se realizará este lunes para pedir “por la paz”.
En el Evita, que hasta ahora había sido el principal respaldo político de Alberto Fernández, dijeron a LPO que el acercamiento a Cristina se dio para fortalecer al Frente de Todos y con la voluntad de construir una alternativa competitiva a nivel nacional. Desde luego, el trasfondo concreto de la pelea de Pérsico con Espinoza es la candidatura de la esposa del jefe del Evita, la diputada Patricia Cubría, como intendenta de La Matanza.
Ahora, la alternativa de apoyar la reelección de Alberto parece extinguirse hasta para los propios colaboradores del presidente. En el albertismo reconocen que la jugada de Cristina con Pérsico es un golpe letal. Creen que, de ahora en más, la vicepresidenta se dedicará a aislar al presidente sin siquiera mencionarlo para que su figura sea testimonial.
En se sentido sacarle al Evita es clave y no esperan que Alberto reaccione. Ahora esperan que Cristina siga sacándole soldados para reagrupar al peronismo bonaerense detrás de su figura. Qué hará Espinoza en este escenario, es una incógnita. Apuesta todo a su reelección y también podría quedar aislado, a menos que tienda puentes con el peronismo bonaerense que enfrentará a La Cámpora en 2023.