La designación de Humberto Schiavoni al frente de la Entidad Binacional de Yacyretá sería prácticamente un hecho, pese a que el nombramiento no ha sido confirmado por el presidente del PRO a nivel nacional. Su buena relación con el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, y su buena imagen entre los correntinos –los grandes postergados en la gestión del rovirista Oscar Thomas-, habrían sido claves para que regrese al organismo que presidió entre 2002 y 2003. Consultado por PyP, Schiavoni insistió en que no puede “ni negar ni afirmar” las múltiples versiones periodísticas en torno a su arribo al ente estatal binacional, una de las cajas más importantes del NEA y toda la región. Pero en su entorno revelaron que “se encuentra con fuerzas” para encarar ese desafío, y que, por otra parte, ya está conformando a su equipo de trabajo para hacerse cargo de la entidad, como Director Ejecutivo.
“Un (conocido dirigente) de la oposición de Misiones, con llegada directa a Mauricio Macri, nos mostró un mensaje del presidente electo, confirmando la designación”, revelaron fuentes de PyP, cercanas a Schiavoni. Sin embargo, el dirigente del PRO se negó a confirmar las versiones, señalando que se lo menciona para otros dos puestos a nivel nacional. Pero lo más probable es que el gobierno nacional anuncie su nombramiento después del 10 de diciembre.
El presidente de Propuesta Republicana mantiene una buena relación con el gobernador radical, Ricardo Colombi, y cuenta con un buen antecedente en su paso por la Entidad, en el convulsionado periodo de 2002-2003. Es que durante su gestión, Schiavoni tuvo una articulación con Corrientes, lo que se cortó desde el inicio de la administración de Thomas, que privilegió a Misiones, posiblemente por el padrinazgo político del “conductor de la Renovación” y exgobernador Carlos Rovira.
La medida más destacada de Schiavoni cuando estuvo al frente de la EBY a fines del año 2002 fue la decisión de mantener en el Banco de Corrientes los fondos de Yacyretá, en especial los fondos en dólares de la Binacional. En ese tiempo, el Banco de Corrientes enfrentaba amenazas fuga de depósitos de grandes clientes, con temor de una desestabilización de la entidad, en el marco de la crisis abierta desde 2001 y la desastrosa salida de la Convertibilidad.
Pese a los riesgos del caso, Schiavone resolvió en ese entonces continuar operando a través del Banco de Corrientes y además de guardar los fondos de Yacyretá también siguió siendo el agente financiero que pagaba los sueldos de los empleados de Yacyretá, en Ituzaingó, Posadas y en la casa central de Capital Federal. “A Yacyretá no sé quién va a ir, pero nosotros tendremos nuestro representante. Va a haber respuestas directas para Corrientes”, sostuvo Colombi, en recientes declaraciones a la prensa, de acuerdo con un sitio correntino, a principios de diciembre.