El gobierno comienza a prevalecer en la pulseada con los sindicatos docentes, a los que les impuso un salario inicial de 5600 pesos a Septiembre, con fuertes componentes en negro en sus haberes –uno de los salarios más bajos de todo el país. Es que con la negociación paralela y parcial con los sindicatos por separado, la posición de la patronal docente se fortalece, y se desmoviliza a buena parte de los docentes que reclaman. Pero además, en este contexto, aparecen fuertes denuncias entre los propios dirigentes no cooptados por el oficialismo de la Renovación, que se acusan mutuamente en duros términos.
En la mañana de hoy en M4, la dirigente del Frente Gremial Docente, Mariana Lescafette disparó munición gruesa contra sus pares del Movimiento Pedagógico de Liberación, a quienes acusó de entregar la lucha a cambio de la ampliación de licencias gremiales, para algunos de los dirigentes de ese sindicato. Además, la titular de UDNAM, Estela Genesini también criticó el acuerdo del sindicato del norte de Misiones, advirtiendo que el compromiso del gobierno de elevar los puntos índices del salario –sobre todo de los del nivel primario-, implica un riesgo de plantear una modificación al Estatuto Docente, en una Cámara controlada por Carlos Rovira.
En respuesta a esto, desde el MPL ponderan los puntos positivos del acuerdo, que implica, al menos potencialmente, el blanqueo de los salarios, con las lógicas consecuencias de ello. Asimismo, cuestionan a los dirigentes de estos sindicatos por su alejamiento de las bases y la falta de representatividad.
En este contexto, emerge un claro ganador, que no es otro que el oficialismo y los sindicatos controlados por el partido de la Concordia Social. Es que las críticas cruzadas, las peleas intersindicales, la falta de unidad en la acción –instigadas por el gobierno que negocia en forma aislada y particular con los sindicatos-, deslegitima a todas las organizaciones que representan a los educadores con un perfil crítico a las políticas del gobierno en el área. Algo en lo que todos los dirigentes sindicales misioneros, es en los desvaríos del más resistido de los ministro del gabinete de Maurice Closs: el ingeniero Luis Jacobo.
Casualmente, hoy Lescafette le pegó por opinar que el salario docente había crecido un 412% en los últimos 8 años –es decir, durante su gestión-. La sindicalista fue clara y disparó: “El Ministro tomó un alucinógeno, porque los números no dan.” La dirigente comentó que si se toma y se analiza por separado, la evolución de los salarios básicos e inicial, el crecimiento es mucho menor. Sin mencionar que la inflación acumulada para ese periodo, duplica los porcentajes “inflados” por el Ministro.