La decisión del presidente Mauricio Macri de nombrar por decreto a dos jueces de la Corte Suprema generó una ola de críticas de parte de constitucionalistas y opositores, pero también disparó la primera crisis en el espacio Cambiemos, a partir del rechazo de los radicales Julio Cobos y Ricardo Gil Lavedra, dos figuras prominentes del espacio, que cuestionaron la forma en que Macri nombró a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
A cinco días de la asunción de Macri, la relación entre PRO y UCR comienza a resquebrajarse por esta decisión calificada de inconstitucional y para muchos, emparentada con las formas autoritarias del kirchnerismo. Era esperable que uno de los primeros radicales en pegarle al presidente sea Cobos, que nunca aceptó del todo la alianza que le impusieron sus correligionarios. La palabra del mendocino es importante porque será uno de los senadores que deberá tratar los pliegos enviados por el Ejecutivo Nacional.
Según LPO, el exgobernador mendocino sostuvo ante la medida: «Me ha sorprendido y creo que es innecesario, no encuentro razones para que sea por un decreto y no el envío al Senado, y en todo caso la convocatoria a sesiones extraordinarias si es que hay celeridad», aseguró el ex vicepresidente en diálogo con radio Vorterix.
Cobos recordó que hace poco la Corte «se había expresado contra la ley de subrogancias y dijo que los jueces tienen que designarse con acuerdo del Senado», y opinó que «para los miembros de la Corte la exigencia es superior». «Siempre he dicho que interesan las cuestiones de forma y las de fondo. De forma, el ingeniero Macri mostró una forma distinta convocando a la oposición, a los gobernadores. En este caso, la forma no es la adecuada», cuestionó.
El más enfático en las críticas fue Gil Lavedra, el referente del radicalismo en temas judiciales. El ex diputado calificó la decisión como “funesta” y estimó que los nombrados «no serán jueces independientes porque están a tiro de decreto».
«Esto ha sido absolutamente innecesario y crea un precedente muy nefasto para la justicia independiente», disparó Gil Lavedra en diálogo con radio Uno, donde agregó que «el radicalismo se ha visto sorprendido como todos». «Me duele porque pensé que habíamos cambiado de rumbo pero esto es más de lo mismo», lanzó, igualando a Macri con Cristina Kirchner.
«Sienta un precedente muy funesto, muy malo, porque cualquier Presidente podría durante el receso nombrar jueces, y al año siguiente, durante otro receso, podría volver a nombrarlo, y así tendría jueces suyos todo el tiempo. Y eso no es admisible», advirtió luego en radio 10.
La decisión de Macri también fue cruzada por sectores de la oposición que habían mostrado buena sintonía con el nuevo gobierno, como Sergio Massa, José Manuel de la Sota y Margarita Stolbizer.
«Los nombres me parecen impecables, la forma me pareció horrible», cuestionó el ex candidato presidencial, que fue recibido hace apenas unos días por el propio Macri para escuchar sus propuestas y avanzar en una agenda de proyectos en común.
Como lo hicieron constitucionalistas, periodistas y diferentes políticos, Massa se preguntó «qué hubiese pasado si este decreto hubiese sido firmado por el gobierno anterior». Nadie tiene dudas: las críticas por el avasallamiento a la Justicia no hubieran tardado en llegar.
El argumento del macrismo fue que, con tan sólo tres miembros, la Corte no se encuentra en condiciones de funcionar. Massa cuestionó esa idea, según Infobae: «De acá al primero de marzo quedan cinco acuerdos nada más. Si la Corte no podía constituir mayoría para algún voto, podía recurrir a los presidentes de Cámara. No veo la urgencia», expresó el exintendente de Tigre, en referencia a las cinco reuniones que mantendrá el máximo tribunal argentino, hasta el reinicio de las sesiones.
Por su parte, desde su cuenta de Twitter, el exgobernador cordobés José Manuel De La Sota, le mandó un mensaje a Macri. “Señor Presidente, construyamos una república entre todos, gobierno y oposición. No se logrará nombrando jueces provisorios de la Corte por decreto”, escribió.
Mucho más contundente fue la líder del GEN, que lo destrozó a través de la red social. “Primer y grave traspié del Presidente Macri. Nombrar por decreto jueces en comisión a la Corte es un terrible retroceso institucional. Ni CFK se animó a tanto”, lanzó Margarita.
“No puede nombrar por decreto en comisión a los titulares del otro poder del estado. ¿Qué independencia podrían tener con ese mecanismo? Por mucho menos la Corte declaró la inconstitucionalidad de las subrogancias y los nombramientos irregulares de CFK. ¿Podrá sobrevivir esto?”, se preguntó.
Por su parte, Ricardo Alfonsín aseguró que “la sola duda acerca de su legalidad afecta la legitimidad del acto” y enfatizó: “es más: aunque hubiera unanimidad respecto de la misma, dejaría mucho que desear en términos de legitimidad republicana y política”
Además de generar la primera crisis en Cambiemos, el nombramiento por decreto de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz también provocó críticas de parte de varios constitucionalistas, algunos de los cuales han sido feroces críticos de las maniobras judiciales de Cristina Kirchner, como Daniel Sabsay y Andrés Gil Domínguez.
Sabsay calificó la medida de «disparatada» y con una «inconstitucionalidad manifiesta». «¿Qué grado de independencia pueden tener personas que solo dependen del dedo del Poder Ejecutivo?», se preguntó el constitucionalista, que también cuestionó el uso del inciso 19 del artículo 99 de la Constitución para justificar los nombramientos.
«Ni siquiera a Cristina Kirchner se le ocurrió algo tan disparatado, ¿qué hubiéramos dicho si lo hacía ella? Me da mucha tristeza porque todos los pasos que dio Macri me han emocionado hasta las lágrimas y esto me horroriza», fustigó Sabsay en una nota con radio América.
Por su parte, Gil Domínguez calificó como “un grave error político” la medida y aseguró en radio Del Plata que “no hay ninguna situación de urgencia” ni “situación excepcional” que justifique los nombramientos por decreto. «¿Qué apariencia de independencia pueden dar estos nombramientos?», se preguntó, y en línea con Sabsay lanzó: «Si esto lo hubiese hecho Cristina estaríamos hablando de una dictadura».