El gobernador formoseño habría ordenado al senador Mayans, que permita que el Ministro de Finanzas, Luis Caputo, pueda dejar la interpelación cuando se desató el escándalo por el “papelito” a la diputada kirchnerista, Gabriela Cerruti.
¿Estaba todo armado? ¿Caputo escribió el papel a Cerruti para irse? Las preguntas se escuchan en cada pasillo del Congreso, donde oficialistas y opositores identifican a un protagonista inesperado: el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
Insfrán fue hasta el año pasado el más rebelde de los mandatarios peronistas, siempre molesto por la falta de obras públicas nacionales en su provincia y el nulo giro de aportes del tesoro nacional (ATN).
Este jueves, el gobernador visitó a Mauricio Macri en Iguazú y acercó posiciones. «Soy un optimista por convicción», celebró en la ciudad misionera.
En Cambiemos aseguran que la tensión aflojó por gestiones de Rogelio Frigerio y por eso, dicen, el senador José Mayans permitió que Luis Caputo abandonara el Congreso justo cuando más lo acorralaban por su cuenta offshore.
Según la publicación de LPO del viernes, Mayans es tal vez el senador del bloque Justicialista más crítico de la política económica del Gobierno. En las sesiones, cuesiona el abultado aumento de la deuda externa («Es un gobierno usurero», es su frase preferida) y cada vez que Federico Sturzenegger visita el Senado se escucha su reproche por el festival de Lebac.
Por su perfil, se quedó con la presidencia de la bicameral de control de deuda y el miércoles no empezó dócil: comprometió a Caputo no demorar el giro al Congreso de los comprobantes de cada emisión de deuda externa.
Pero en el kirchnerismo creen que debió haber impedido que el ministro abandonara la sesión, cuando Gabriela Cerruti denunció a los gritos que le había enviado un papel para pedirle clemencia.
El abrupto final benefició a Cambiemos, porque aún no había hablado el diputado Rodolfo Tailhade, que tenía los papeles para demostrar que Caputo fue accionista de Noctua, la subsidiaria de offshore, y no agente fiduciario como se había definido.
No sería la primera vez que Insfrán ayuda al Gobierno en un tema clave: en diciembre sus legisladores colaboraron para sancionar la reforma previsional. Mayans y su par Teresa González la denostaron en el recinto, pero luego votaron a favor. Veinte días después, el diputado Luis Basterra no fue a la sesión.
La causa, esa vez, era que Formosa hay caja jubilatoria propia y no tiene sentido enfrentarse al Gobierno por defender a los afiliados de Anses. Con la deuda, la ecuación podía haber sido similar.