El alcalde Orlando Franco va de mal en peor y culmina su gestión con una muy baja imagen pública, tras los feroces incrementos en el transporte urbano de los últimos años, entre otros “logros” de su gestión. Esta mañana llegó al colmo del ridículo, al negar la existencia de un decreto suyo, que vetó una ordenanza para la entrega de un terreno para la escuela CEP 26 de Posadas. Consultado por M4, respecto del decreto 1423/14 del 30 de Septiembre pasado, Franco no pudo salir airoso y se limitó a decir “creería que no es así” (que no hubo un veto municipal) y “no sé de dónde lo sacaron”. Sin embargo, docentes del CEP ratificaron hoy que las gestiones ante la Dirección Provincial de Catastro para la titularización del terreno –paso previo a la construcción de un inmueble propio para la escuela- se vieron truncadas cuando se confirmó el veto, que habría sido promulgado el 23 de Octubre, pero se conoció públicamente este 16 de Marzo.
“Se están solucionando problemas administrativos. Hay un trabajo administrativo técnico y geográfico para… con el Concejo Deliberante… para la entrega del terreno, para la construcción de la escuela por la provincia y el Ministerio de Educación”, comentó un titubeante alcalde renovador, quien, repreguntado por M4, se negó a afirmar que el concejal Pablo Velázquez (UCR), hubiera inventado la existencia del veto municipal.
No obstante, Velázquez presentó una queja formal ante la presidenta del Concejo Deliberante, Magdalena Solari, por el decreto aludido. La ordenanza 98/2014, impulsada por el bloque radical, fue sancionada por unanimidad el 11 de Septiembre. Pero a fines de ese mes, el Ejecutivo Municipal dispuso dejarla sin efecto, quizás para que el radicalismo no usufructúe políticamente esa cesión.
La ordenanza estipula que se entregue a la CEP 26, un terreno de 2000 metros cuadrados ubicado en la chacra 97 de la ciudad capital. Ese espacio verde, titularizado para la escuela, posibilitaría la construcción de un edificio. Este Centro Educativo Polivalente, funciona hace 8 años sin un inmueble fijo y en la actualidad, los alumnos cursan en una modesta capilla cedida por el Obispado posadeño en el barrio Tacurú.
Franco no pudo dar cuenta de lo sucedido y evitó referirse al polémico decreto 1423/14, que dejó sin efecto una ordenanza votada hasta por el oficialismo de la Renovación. Paradójicamente, tratando de evitar que los ediles radicales sumen apoyos por esta iniciativa -que tuvo un proceso de gestación de más de 2 años con la comunidad educativa-, el alcalde tuvo que pagar el costo político de uno de los vetos más impopulares de los últimos años. Otra señal del ocaso de la gestión «franquista» en Posadas.