«Siempre tuve en claro que el día que sea candidato, no podía usar melodías de canciones ajenas, cambiarle la letra y amoldarla a la campaña. Como artista, no es algo que me pueda permitir» aseguró Arrúa. «Cuando un autor compone, está creando una obra de arte… hacer uso de una canción ajena, que nada tenga que ver con la política, para una campaña, es en otras palabras un ´manoseo´ de una obra de arte. Por eso, tomé la decisión de componer mi propio Jingle. Con esto no intento juzgar a nadie. Solo digo que yo, no podía hacerlo» afirmó.
Arrúa, en el año 2007 y con 26 años, asumió como Director General de Cultura de la primera gestión de Orlando Franco. Luego, fue nombrado Secretario General de la Intendencia; y desde los inicios de la segunda gestión del actual jefe comunal (2011), hasta la fecha, se desempeña como Secretario de Cultura y Turismo.
Pero su relación con la música, viene desde décadas atrás. Desde los 6 años, recorría los escenarios de la provincia, con su acordeón de dos hileras, y junto a su hermano Alberto, conformaban el dúo de Los Hermanos Arrúa, alternando actuaciones entre escenarios netamente chamameceros, peñas, y bailantas, hasta fiestas de cumpleaños, casamientos o discotecas.
La semana pasada, un estudio de grabación local, fue testigo del regreso del Dúo. Así, José María y Alberto se reunieron una vez mas, para componer juntos una canción que busca llevar nada mas y nada menos que a la intendencia de Posadas, al mas joven de los hermanos. Gervasio Malagrida, Vanessa Avellaneda y Raúl Mandagarán, aportaron sus voces y Pico Nuñez, puso su talento en el bandoneón, respondiendo los arpegios de la «verdulera».
Consultado por medios locales, el músico, político y abogado, aseguró que habiendo estado al frente durante todos estos años de la gestión cultural de la Ciudad, no podía darse el lujo de «manosear el arte, con una mutación de una obra que fue creada e imaginada dentro de un marco completamente ajeno. Así nuestra cultura en general, debe ser cuidado por quienes tenemos responsabilidades políticas, y doblemente cuidada por quienes además de hacer política, provenimos de ese mundo de escenarios, peñas, alegrías, esfuerzos y sacrificios».