El Ejecutivo ya comenzó a establecer diálogo con los mandatarios provinciales para que el DNU esté incluido en la negociación de la Ley Ómnibus y la recomposición de fondos. En Balcarce 50 no creen que vaya a haber “votos en contra inesperados” y se aferran al acuerdo con los representantes del interior para que el decreto 70/23 no sea rechazado en la Cámara baja y quede sin efecto.
Tras el rechazo del mega DNU 70/2023 en el Senado, el Gobierno comenzó a realizar el “poroteo” –recuento de voluntades– en Diputados y a planificar la negociación del pacto fiscal con los gobernadores. El Ejecutivo sostiene que la oposición no cuenta con los números para derogarlo en la Cámara Baja y cree que impulsarán el tratado del decreto en la sesión de la Ley Ómnibus luego de Semana Santa.
Según pudo saber TN, el Ejecutivo ya comenzó a establecer diálogo con los mandatarios provinciales para que el DNU esté incluido en la negociación. El ministro del Interior, Guillermo Francos, les envió el borrador de la nueva ley temprano y habló con algunos sobre las reformas y los votos en ambas cámaras.
Además, lo visitó este jueves en la Casa Rosada, Alfredo Cornejo (Mendoza), quien dijo que iba a apoyar al Gobierno con la ley y el decreto, y hoy tuvo una reunión con Rolando Figueroa (Neuquén) en la que también estuvo el jefe de gabinete, Nicolás Posse.
Los detalles del proyecto los terminaron de definir Javier Milei, Posse y Francos ayer a la noche en la quinta de Olivos. Los puntos del pacto fiscal los debatirán los ministros económicos provinciales con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, en la comisión que lidera.
La idea del Gobierno es que también los puntos de la Ley Ómnibus -que va separada del pacto fiscal- sean dialogados con los mandatarios provinciales. “La idea es que la ley sea consensuada de forma que no haya complicaciones una vez que se trate en el Congreso”, le expresó un funcionario a TN.
Es por eso que la Casa Rosada redujo la cantidad de artículos de 600 a 269 y les ofreció a los gobernadores recomponer sus fondos a través de la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, junto con una moratoria impositiva y la negativa a la suba de retenciones. Por supuesto, la restitución del impuesto a las ganancias sobre los sueldos tiene un enorme costo político y los gobernadores no quieren pagarlo. A fin de cuentas, fue el propio Milei quien votó a favor de la reforma en Ganancias impulsada por el ministro candidato Sergio Massa en plena campaña presidencial. Ahora, los mandatarios quieren que sea Milei el que impulse la restitución del impuesto, algo que lo dejaría mal parado con su electorado.
De todas formas, en Balcarce 50 no creen que vaya a haber “votos en contra inesperados” y se aferran al acuerdo con los representantes del interior, que se vio representado en la sesión caída que impulsó Hacemos Coalición Federal para tratar la reforma previsional. Entre los que colaboraron a que se caiga esa sesión, están todos los diputados por Misiones: Martín Arjol (UCR), Florencia Klipauka (Activar), Emmanuel Bianchetti (PRO), y los renovadores Carlos Fernández, Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Alberto Arrúa.
En esa convocatoria del bloque que comanda Miguel Pichetto, que se quedó sin quorum, los “libertarios” contaron con las bajas de la moción de los diputados de Hugo Passalacqua (Misiones), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Martín Llaryora (Córdoba), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Sáenz (Salta), entre otros. “El tratado del DNU es una buena instancia para ver de qué está hecho el pacto. Cuando se vota en detalle, se blanquean las posturas”, manifestó una fuente de TN.
En la mesa de negociación del Gobierno reconocen que la debilidad de La Libertad Avanza en el Senado era algo previsto, pero siguen los pases de factura por el llamado a la sesión de la vicepresidenta, Victoria Villarruel. “El Gobierno no está tan debilitado como cuando cayó la Ley Ómnibus en febrero. Viene de una victoria que fue la sesión caída de sobre la reforma jubilatoria. Es algo que iba a pasar, esperábamos que se rechace en el Senado”, le manifestó a TN un oficialista.
Claro, la del “libertario” es una posición subjetiva: los gobernadores adquieren más fuerza para negociar porque saben que un rechazo en Diputados, directamente hace caer el DNU 70/23, algo que no era posible antes del rechazo en el Senado. Es que por la ley del expresidente Néstor Kirchner que rige a los DNUs, deben ser rechazados por ambas cámaras en el Congreso para perder validez. Ahora, el mega decreto de Milei tiene medio rechazo.
De todas formas, las cuentas que sacan en la Casa Rosada se basan en las posibles fracturas de los bloques dialoguistas en torno a su acercamiento hacia el Ejecutivo o hacia los 99 diputados de Unión por la Patria. Hacemos Coalición Federal tiene 23 diputados y la Unión Cívica Radical se compone de 34. Juntos alcanzan los 156 diputados, más que suficiente para voltear el DNU –sólo se necesitan 129 para el quorum y el rechazo. Desde luego, entre estos hay que descontar que Arjol, Klipauka, Fernández, Ruiz, Vancsik y Arrúa, votarán a favor del decreto presidencial. Así quedarían 150 y habrá muchas más voluntades mudando hacia el oficialismo.
En esto está trabajando el Gobierno. Dentro de HCF, hay diputados de Llaryora y de Frigerio, y dentro del radicalismo Cornejo está presionando para que haya más cercanía con el oficialismo. No tienen claro cómo van a actuar los legisladores de Innovación Federal (Salta y Misiones), pero los “misioneristas” históricamente han sido oficialistas, gobierne quien gobierne: fueron kirchneristas, macristas, albertistas, massistas y ahora “libertarios”. De hecho en el Senado, los renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut no votaron en contra del DNU: se abstuvieron con la votación ya definida y para mostrar una supuesta autonomía.
Lo concreto es que La Libertad Avanza tiene 39 diputados y cuenta con el apoyo de los 37 del PRO, más los 3 tucumanos y los 2 de Buenos Aires Libre, de Carolina Píparo. No saben de qué lado estarán los dos de San Juan y los de Santa Cruz.
La idea de la cúpula del Ejecutivo es seguir polarizando para potenciar “la ruptura del centro”, de forma que se conformen dos grandes coaliciones. Apuntan a ejercer una fuerte presión social a través de las redes sociales a través de los trolls con sueldo estatal, y a que se fraccionen los bloques del medio.
“Esta instancia va a servir para que cada legislador muestre de qué lado está y en qué foto quiere aparecer. Si quieren votar con el kirchnerismo, ahora tienen la posibilidad de hacerlo y blanquear sus posturas ante la gente”, le expresó a este medio un cercano al presidente.