Posadas. La Entidad Binacional Yacyretá (EBY), durante el largo decanato del arquitecto ultrarovirista Oscar Thomas como máximo responsable de la empresa estatal, lejos estuvo de sacarse el pesado estigma de “monumento a la corrupción”, como un Presidente la definió para tratar de resumir los negociados y despilfarros que se concretaron durante décadas y que colocaron a la principal hidroeléctrica argentina con una deuda histórica de 18 mil millones de dólares.
Una auditoría contable y jurídica ordenada por el Ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, -ejecutada por el nuevo consejo de la EBY, que preside Humberto Schiavoni-, descubrió como decenas y decenas de millones de dólares se venían derramando en oscuros convenios que favorecían a agrupaciones barriales, asociaciones civiles, organismos de seguridad y vigilancia, entes provinciales, y fundaciones que armaban encumbrados docentes e investigadores universitarios, como clanes familiares enquistados en el Gobierno de la Provincia de Misiones.
En las denominadas asociaciones barriales de relocalizados de Yacyretá -algunas de ellas con más de 30 años de subsidios-, se repiten direcciones, nombres y beneficiarios, con una vocación estrictamente clientelar y donde los beneficiarios ni siquiera registran el más mínimo antecedente como afectado por el lago de la represa hidroeléctrica.
Del total del 62 organizaciones que la EBY heredó en atención de la “gestión Thomas”, 51 entregaron listados de socios que fueron cruzados para saber si realmente eran alcanzados por los millonarios subsidios que pagaba la entidad binacional. Allí, surge del procesamiento de datos, que de un total de 13.721 asociados, hubo más de 3 mil que fueron excluidos por “repeticiones y falta de DNI…”. Del resto de los miembros de las asociaciones, más de 10 mil, hay un total de 4740 personas que se encuentran incluidas en “legajos relocalizatorios” como titulares, cónyugues, hijos y nietos de afectados por Yacyretá.
Además, en el cruzamiento de datos, también se reveló que unos 510 casos registran “algún antecedente” como presuntos damnificados. En tanto que 5873 personas, de las 62 asociaciones que mensualmente acceden a jugosas sumas en resarcimiento económico y de contención social, “No Registran Ningún Antecedente como damnificados por la EBY…”.
DATOS DE LA CLIENTELA:
Cuando uno accede a la larga lista de las 62 Asociaciones que Thomas bancaba con fondos de Yacyretá, se encuentra con algunas “denominaciones de fantasía” que realmente despiertan una mirada irónica sobre el verdadero objeto social que realizaban esas agrupaciones, integradas, supuestamente, por personas damnificadas por la represa.
También se repiten, con sospechosa o premeditada negligencia política, los nombres y líderes de esas asociaciones, como los inefables hermanos Birtos, Juan Carlos y Oscar, que prácticamente se hicieron millonarios con los fondos de Yacyretá, creando un verdadero holding comunicacional y negocios de diversión en la zona sur de Posadas.
Los Britos lideran las asociaciones San Antonio y Negro Izais, fijan domicilio en la avenida Uruguay al 5153 y solo tienen “antecedentes como relocalizados” unos 587 socios de los 1.918 del listado general que presentaron ante la EBY. No es para despreciar el grado de injerencia que los Britos tienen en el manejo de “fondos sociales” que cosechaban mensualmente en la EBY de Thomas. La auditoría describe con meridiana precisión contable que en los últimos meses, antes de la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación, los Britos se llevaban más de 1,3 millones en kit de frazadas, prendas de vestir, bicicletas, golosinas y otros productos de canasta social. La EBY también les otorgaba unos 53 mil pesos mensuales por desmalezamiento (¿?) y $12.563 para el alquiler del local.
Otro “leading case” (caso testigo) que profundiza la “fiesta de subsidios” que Thomas y su gente manejaba para sostener a la gran familia clientelar de la Renovación K en Misiones son las asociaciones que lideran los hermanos Bareiro, Elfidia y Julio. Doña Elfidia lidera la asociación civil “Lavanderas Amistosas Independientes”. Ostenta una lista de 253 asociados donde sólo un poco más de 100 registran antecedentes de “relocalizados”. Mes a mes, en kits de asistencia social, las Lavanderas Amistosas se llevaban más de 120 mil pesos.
Como sea, la nueva administración de la EBY decidió entonces replantearse la millonaria asistencia financiera y social que heredó de la gestión K del rovirista Oscar Thomas, con el cruzamiento de datos de los padrones, y el verdadero destino de los fondos. Y es casi un hecho que las “obligaciones sociales” de la EBY sean giradas al manejo de la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y a sus pares misionero de la misma cartera, que administra el médico pediatra Lisandro Benmaor.
Pero la auditoría también deja en evidencia el uso indiscriminado de millones de dólares que fueron a parar a manos de los “pudientes” del poder K en la Provincia, la mayoría de ellos con fundaciones maquilladas con el objeto solidario de “buenos propósitos”, que hasta ahora nunca fueron corroborados, ni por los propios favorecidos de las millonarias y dolarizadas cifras… Aunque estas cuestiones serán divulgadas en una próxima entrega de una cadena de notas periodísticas sobre la “fiesta de subsidios” que manchan de corrupción a los doce años de Administración Kirchnerista de la Entidad Binacional Yacyretá.