Era de esperar que el partido que detenta el poder político en Misiones en los últimos 12 años, rechazara de plano la propuesta del gobierno nacional de transparentar y modernizar el sistema electoral en el país, derogando normas como la Ley de Lemas o el Sistema de Acoples, que favorecen a los oficialismos, sobre todo en las provincias más atrasadas en términos económicos e institucionales. Una de las primeras voces de dirigentes de la Renovación, abiertamente refractarias a la reforma política fue la del vicegobernador Oscar Herrera Ahuad, quien se pronunció en contra de cualquier cambio en el sistema político misionero, es decir, la Ley de Lemas, que ha permitido que el oficialismo renovador se imponga en casi todos los municipios en las últimas siete elecciones, desde 2003 a la fecha.
“El sistema electoral es una facultad de cada provincia. Las provincias tienen su autonomía en cuanto al llamado a las elecciones, a la elección de su sistema electoral, son cuestiones muy claras”, opinó el vicegobernador, actualmente golpeado por su deficiente gestión en el Ministerio de Salud Pública a la luz de los numerosos casos de Dengue en Misiones. La entrevista del galeno fue otorgada a un medio ultrakirchnerista como Tiempo Argentino, en donde defendió la “autonomía” provincial -acotada, claro, pues el 80% de los recursos presupuestarios provienen de la Nación-, aunque aclaró que negociarán con el gobierno del presidente Mauricio Macri.
“Lógicamente nos vamos a sentar en la mesa de una discusión del sistema, pero no se tratará de una negociación; la provincia no puede resignar la soberanía o autonomía en cuestiones centrales como su sistema electoral por discutir la ley de coparticipación federal”, tiró el vicegobernador, envalentonado. Desde luego, si el gobierno nacional corta el grifo de los recursos coparticipables, la provincia entraría en un colapso sin precedentes. No obstante, en la Renovación saben que derogar la Ley de Lemas, significaría perder buena parte del poder político construido gracias a los recursos del Estado, volcados a campañas electorales en las que gracias a la Ley de Lemas, sólo puede haber un ganador.
Respecto del candente tema de la rediscusión de la coparticipación federal, Herrera Ahuad plantó la posición que promueven sus jefes políticos, el gobernador Hugo Passalacqua y -sobre todo-, el presidente “vitalicio” de la Legislatura, Carlos Rovira. “Misiones es la provincia más interesada del país en discutir una nueva ley. Esa es la voluntad del gobernador, Hugo Passalacqua; del presidente de la Cámara (provincial) de Diputados, Carlos Rovira; y mía propia”, dijo, cautelosamente anteponiendo los nombres de sus jefes, por delante del propio. “Es una premisa que siempre lo hemos planteado, pero es difícil porque tienen que ponerse de acuerdo todas las provincias. Ahora el gobierno nacional abre la puerta y es muy positivo. Porque todos sabemos que desde hace años Misiones necesita un reordenamiento de la coparticipación porque ha tenido un crecimiento demográfico muy importante”, argumentó, sin salirse del libreto.
“Misiones ya cedió coparticipación en dos etapas de su historia y eso es un antecedente. Es nuestra voluntad y el gobernador Passalacqua ya se lo hizo saber al ministro (macrista) del Interior, Rogelio Frigerio”, planteó Herrera Ahuad, olvidando que Rovira y su anterior jefe, el exgobernador Maurice Closs, fueron los impulsores de esa rendición ante el poder kirchnerista. Rendición que fue muy beneficiosa para varios dirigentes de la Renovación: mientras se cedieron recursos y se mostró una postura genuflexa ante el gobierno nacional, la hegemonía política estaba asegurada porque Nación no atentaría contra la Ley de Lemas y el poder del oficialismo renovador -más allá del circunstancial apoyo a algunos sectores supuestamente opositores como el FpV misionero.