Posadas. En plena búsqueda de la reputación perdida, el presidente del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS), Joaquín “Quincho” Sánchez -cuñado del máximo jefe de la Renovación K Carlos Rovira-, avanza en su plan por cosechar algo de glamour a su cuestionada vida social y política, dicen, para no quedarse fuera de las listas de cargos parlamentarios en 2017.
Quincho, que su única virtud política está ligada a su parentesco con el caudillo transversal, ahora se anotó en la única lista de cargos directivos que participará en las elecciones del tradicional club de pesca Pirá Pytá de Posadas.
El ex diputado provincial, cargo que ostentó de 2007 a 2011 sin demasiado esfuerzo, se aseguró de no tener que exponerse a un proceso interno en el club de pesca y ordenó armar una lista que prácticamente decrete la reelección del actual presidente del club, Atanasio “Ata” Bossi. De hecho, la presentación de lista cerró el pasado 9 de marzo y dejó, a Bossi como candidato a presidente y a Quincho Sánchez como su vice, con el camino allanado para manejar la comisión directiva del club por un período de dos años.
Así las cosas, el próximo 29 de marzo, fecha fijada para la asamblea eleccionaria, los más de 1000 socios del Pirá Pytá tendrán que proclamar la reelección de Bossi y fumarse a Quincho como vicepresidente.
En los últimos tiempos, Sánchez, que de la mano de Rovira ocupó cargos en la Municipalidad de Posadas, en la ex Apos, la vicepresidencia del Iprodha, la diputación provincial y ahora la jefatura del IMAS, busca introducirse en el control político de clubes y asociaciones vinculadas al deporte.
Por si acaso, hace sólo dos semanas, Quincho logró -sólo por un voto de diferencia- que su yerno y socio en los pingüe negocios de la construcción con dineros públicos, Facundo Tejedor, se quedara con la presidencia de la Unión de Rugby de Misiones (URUMI).
En esa elección, trascendió que varios presidentes de clubes afiliados a la URUMI fueron beneficiados con un plan de obras que el propio Quincho diseñó para asegurarse que su yerno fuera electo en la institución de la ovalada.
Quincho se ocupó, reconocen en el propio Gobierno, de elaborar un plan de perforaciones de agua en más de 15 instituciones deportivas que, ante semejante generosidad, terminaron votando por el joven Tejedor.
Ahora, la ironía que imponen los socios del Pirá Pyta -que no digieren para nada su cargo de vice-, navega en una incertidumbre casi existencial. La pregunta que se impone es, ¿Qué dádiva del oficialismo gobernante habrá a cambio de bancarse al Quincho en la comisión directiva?. “¿Pozos?, no creo! Tenemos el anchuroso Paraná al frente, y con un cañito desde el río alcanza para regar las plantas…”, respondió un asombrado e histórico socio del Pirá Pytá, que hace más de 60 años que frecuenta el club y siempre asoció al cuñado de Rovira con el club Centro Cazadores. “El que venía a remar en los ’70 era Carlitos, pero este muchacho nunca lo vi ni pescar mojarras”, añadió el vitalicio socio.
Pero antes de irse con su lancha hacia la Isla del Medio el hombre dejó una ‘boya picando’, que pinta el descrédito sobre el nuevo hombre fuerte del histórico club de pesca posadeño: “…Por ahí en vez de pozos ligamos ‘yates para todos…’ Me vendría joya cambiar mi viejo vote con mi Mercury de 5 HP por una buena lancha con camarote”. Cosas que pasan.