El resultado de las PASO del domingo 9 de agosto mostró que las ocho provincias del norte aseguraron el triunfo global de Daniel Scioli, que se impuso con casi 39 puntos, pero tuvo sus mayores problemas contra Mauricio Macri en las provincias del centro. La floja performance electoral en el norte argentino, enfureció al candidato presidencial del PRO, que habría recriminado a los encargados de la campaña en estas provincias, entre ellos, el propio Humberto Schiavoni.
Sumando los votos de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Formosa, Chaco, Jujuy, Misiones y Corrientes, Scioli le sacó al frente Cambiemos una diferencia de 1.395.152 sufragios, alrededor del 75 por ciento de la distancia a nivel país, que fue de 1.828.835 votos.
Por esta razón, Macri habría retado a sus colaboradores en la reunión que mantuvo, el lunes posterior a los comicios, en el hotel Sheraton junto a la mesa chica de su campaña, conformada por Marcos Peña, Emilio Monzó, Jaime Durán Barba y María Eugenia Vidal.
Según LPO, el líder del PRO les recriminó que habían fallado en el NOA y el NEA, dos regiones que estuvieron a cargo de Humberto Schiavoni, Emilio Monzó y Pablo Walter y en donde si bien Macri no esperaba derrotar a Scioli, no imaginaba que la diferencia fuera tan importante como para acercar al ex motonauta a un escenario de un triunfo en primera vuelta -40 puntos con 10 o más sobre el segundo, o 45 puntos.
La bronca de Macri se dio también por el resultado en Santa Fe, en donde el kirchnerismo es desde hace años la tercera fuerza y a pesar de ello Scioli salió primero con 32 puntos y le sacó más de 100 mil votos al jefe de gobierno.