«Acá me acompaña uno de los líderes más importantes de la oposición argentina, Sergio Massa, del partido peronista, con serias posibilidades de terminar siendo quien conduzca el PJ en los próximos meses», soltó el presidente Mauricio Macri en una rueda de prensa en Davos (Suiza), cuando un cronista ibérico le preguntó cómo pensaba resolver las tensiones políticas internas en el país, que para algunos quedó dividido en dos mitades, tras el ballotage presidencial en el que se impuso al candidato del FpV, Daniel Scioli. Justamente el exgobernador bonaerense fue uno de los que cuestionaron esta nominación, recordando que sacó el 49% de los votos (en la Segunda Vuelta electoral) y “cuando quieren venir a imponer un opositor, eso no condice con la realidad que se vio reflejado en las urnas”, fustigó. Claro que el exmotonauta olvidó el magro 34% que cosechó en las elecciones de octubre, su verdadero caudal electoral. Otro de los que salió a cuestionar a Macri fue el hijo de la exmandataria Cristina Kirchner. Máximo, el diputado nacional que posiblemente termine imputado en la causa Hotesur, ironizó al decir que “Massa era el candidato de Davos” y que Macri, “necesita cómplices” para aplicar su plan económico.
De acuerdo con LPO, el guiño de Macri a Massa sucede luego de tres jornadas donde lo presentó ante varios líderes y CEOs internacionales como el referente de la oposición argentina, lo que incluso fue elogiado por el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden. «El sólo sacó 5 millones 400 mil votos», lo elogió el Presidente. La declaración de Macri se dio hora después de que el propio Massa señalara que el actual presidente gobernará sólo «cuatro años» porque «el peronismo va a construir una alternativa» para ganarle las próximas elecciones, reafirmando sus intenciones de posicionarse como uno de los posibles líderes del PJ.
Antes de ir a Davos como «opositor», Massa encabezó en Pinamar un encuentro junto al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el ex titular del Anses, Diego Bossio, para reorganizar el partido y «construir el peronismo del Siglo XXI». Es decir, una demostración de fuerza a los “compañeros” que aspiran a un regreso triunfal de Cristina Kirchner, primero como presidente del PJ y luego como candidata presidencial en 2019.
Uno de estos, es sin dudas, su hijo Máximo Kirchner, uno de los investigados por supuesto lavado de activos en la causa Hotesur, en la que se investiga incluso una posible asociación ilícita con el empresarios K, Lázaro Báez. «la necesidad urgente de contar con cómplices para aplicar el plan económico».
Para el creador de la agrupación ultra K “La Cámpora”, Macri está buscando “cómplices” para llevar adelante su plan económico. «Es una expresión de deseos y la necesidad urgente de contar con cómplices para aplicar el plan económico que se está aplicando», comentó Máximo, según LPO. En tono irónico, llamó a Massa “el candidato de Davos”.
Y a tan sólo semanas de proponer a Cristina como presidente del PJ y conductora de la oposición, Máximo dijo que «la interna del PJ no me desvela, ni mucho menos. Hay que ver qué resuelven los compañeros. El peronismo es frentista y tiene que tener en cuenta a sus ciudadanos «, sostuvo en un claro pedido para que el justicialismo no se cierre en sus dirigentes históricos, los más perjudicados por el armado de las listas en las pasadas elecciones generales -La Cámpora acaparó las candidaturas más importantes por orden de Cristina.
Por su parte, Scioli también salió a cruzarlo a Macri por lo que consideró una intromisión en la interna del PJ y recordó: «Yo saqué el 49 por ciento de los votos, entonces cuando quieren venir a imponer un opositor, eso no condice con la realidad que se vio reflejado en las urnas». La queja parece olvidar que las aspiraciones electorales del FpV eran las de ganar en primera vuelta en octubre y sortear un ballotage con Macri. Pero la cantidad de votos de Scioli no rozó siquiera los 40 puntos, y buena parte de su caudal electoral se originó en el mandato de Cristina a los militantes K, para defender “el moderlo nacional y popular”-
«Que no se confunda la gente: el espacio opositor mayoritario que ha sacado el 49 por ciento de los votos es el Frente en el que están reflejados la mayoría de los peronistas más los sectores sociales, independientes. Nosotros tenemos que estar unidos. La división es lo que se está buscando para que sea funcional y después nos quieran imponer a otro opositor», completó Scioli, acusando al macrismo de promover una división interna en el justicialismo derrotado en Noviembre. Pero lo cierto es que esa fractura está presente y no son pocos los dirigentes justicialistas -sobre todo los bonaerenses-, que no quieren cerca al camporismo y a CFK, a quienes endilgan la derrota frente a Cambiemos. Y el peronismo nokirchnerista ya está aglutinándose detrás de algunas figuras.
En Febrero, habrá otra reunión entre Massa, Urtubey, Bossio, pero esta vez en Córdoba y con dos “compañeros” de peso de esa provincia: el gobernador Juan Schiaretti y el exgobernador José Manuel De La Sota.