erminar con la intervención y normalizar el Indec. Jerarquizar a sus empleados y volver a tener «estadísticas confiables».
Fueron ésas las principales promesas que los gremialistas de ATE Indec obtuvieron de boca de Mauricio Macri, en una reunión inédita donde por primera vez el líder de Pro y candidato presidencial de Cambiemos compartió una reunión con los sindicalistas que, desde enero de 2007, combaten a los funcionarios designados por el kirchnerismo al frente del organismo encargado de las estadísticas públicas nacionales.
Pasado el mediodía, Macri recibió a la delegación de gremialistas en el flamante edificio de Parque Patricios. Sin dar pistas previas a la prensa, compartió treinta y cinco minutos con cuatro empleados de la entidad y representantes del gremio, entre ellos Raúl Llaneza y Favio Peñalba, quienes el lunes 24 del mes pasado enviaron una carta a los seis candidatos presidenciales en la que le solicitaron su opinión sobre «las perspectivas de cambio» del Indec, intervenido por el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno.
Junto al secretario de Relaciones Institucionales porteño, Fulvio Pompeo, y el director general de Estadística y Censos porteño, José María Donati, Macri escuchó de boca de los empleados que resisten la gestión su visión sobre los interventores.
«No puede discutirse ninguna reorganización o reestructuración sin el retiro de la intervención y las fuerzas de choque del organismo y sin terminar con la persecución y precarización laboral de los trabajadores que denunciamos la manipulación», dice la carta que los representantes del Indec le dejaron en mano a Macri.
Los sindicalistas, que entraron con cierto resquemor al encuentro (Llaneza, por caso, es candidato al Parlasur por Progresistas, de Margarita Stolbizer), escucharon lo que querían oír. «La prioridad es transparentar las estadísticas», dijo Macri según contaron asistentes al encuentro.