Parte de la cúpula del radicalismo, que lidera Hernán Damiani, intentaba este jueves definir el éxodo obligado de todas sus filas dirigenciales al frente “Vamos Juntos”, la consigna política que anotó el Pro para darle rango provincial al Frente Cambiemos y a la oferta electoral que encabezará el ex diputado kirchnerista Alex Ziegler, como postulante a gobernador, el próximo 25 de octubre.
Concretamente, Damiani se reunió en la tarde de hoy con el candidato a gobernador de la UCR misionera, Gustavo González, para comunicarle que las “bases” y gran parte de la conducción del partido se inclinan por trasladar sus aspiraciones electorales a las filas de “Vamos…”, bajo el paraguas de la candidatura presidencial de Mauricio Macri.
Trascendió que fue una reunión áspera, en términos políticos, en el estudio jurídico que el candidato a diputado nacional y jefe radical posee en la calle San Luis casi San Martín del centro posadeño.
Allí, Damiani tenía la misión, amarga por cierto, de convencer a González a “declinar” sus pretensiones gubernamentales y allanarse a una candidatura como intendente de ese frente en Eldorado, la ciudad de origen del actual diputado provincial.
Se sabe que González, tras las PASO del domingo último, donde el radicalismo perdió ostensiblemente su caudal electoral del 2013 –incluso en Eldorado-, salió rápidamente a sostener su postulación como gobernador, sin hacer demasiada autocrítica ni lecturas finas de los resultados.
“Damiani llegó con la oferta del PRO de sostener a Ziegler en la candidatura a gobernador, negociar la vice y las listas de diputados provinciales. E impulsar rápidamente un esquema electoral donde los candidatos a intendentes de la UCR tengan donde ampararse, en la disputa presidencial, con la candidatura de Macri”, relató un portavoz radical, que sigue de cerca la obstinación de González por mantener sus chances.
El joven diputado de Eldorado sabe que, con el correr de los días y con la carga de quedarse en soledad por la diáspora radical que se da en los municipios, donde nadie quiere postularse sin un presidenciable en la boleta, su suerte quedaría atada sólo a las prioridades de Germán Bordón, su colega legislador en el bloque de la UCR.
No son pocos los que le endilgan a Bordón ser, sospechosamente, quizás el único dirigente de peso en la UCR que impulsa y sostiene, con sorprendente empecinamiento, que González sea el candidato del Frente Progresista, con Margarita Stolbizer como postulante a la Presidencia.
La teoría interna de los radicales -que de internas saben un toco-, es que Bordón habría recibido “algunas recomendaciones non sancta” desde un despacho gerencial de la Legislatura, para que los radicales no faciliten el armado del denominado “gran frente de la oposición”. Ni con el Pro de los hermanos Humberto y Alfredo Schiavoni, ni con Ramón Puerta y Adolfo Velázquez del Frente Unidos.
“Rovira (por Carlos) ordenó a sus ‘operadores del desarme’ que le recuerden a Bordón que aún tiene la causa pendiente, o cuestión de privilegio, por sus exabruptos contra su ex par del bloque María Losada, por violencia de genero…”, recordó el mismo informante, para graficar la pose de templario que ejerce Bordón, cuando defiende la candidatura a gobernador de González y a la UCR alejada de la pelea de fondo.
Damiani tenía entonces la misión, hasta este viernes, quizás, de lograr que González se baje de su candidatura y así, con ese gesto, por el que será reconocido en público, destrabe el acuerdo con el Pro y el frente “Vamos Juntos”, el eslogan de campaña que utiliza Macri para entusiasmar a sus socios de Cambiemos.
Como sea, Ziegler sigue siendo un bocado más que difícil de digerir por los radicales de paladar negro. Pero la situación de emergencia electoral en que quedó sumergido el partido centenario, les impone a sus dirigentes y militantes un rápido remedio para imaginarse una pelea más ajustada con el Gobierno K de la Renovación, en octubre… Como también en los armados municipales para competir por las intendencias de los 75 municipios, donde ya hay candidatos que amenazaron con renunciar si la UCR no se suma a una gran alianza con la mayoría de la oposición.