González y Valladares ubica al tigrense tercero, pero con más de 18 puntos, a unos 4 de Macri, diferencia que se acortaría aún más, si Massa suma los votos de su competidor en las PASO, José Manuel De La Sota, del espacio UNA. Las encuestadoras en el centro del debate por los escenarios de supuesta polarización entre el macrismo y el kirchnerismo que no se están corroborando en las últimas elecciones
Si bien el trabajo de González y Valladares muestra a Daniel Scioli (FpV) y Mauricio Macri (PRO) consolidados en el primer y el segundo lugar para las PASO -34,1% contra 22,3% respectivamente-, la medición sorprende con una gran performance de Sergio Massa (UNA), que aparece tercero con el 18,1%.
Esto muestra una recuperación de Massa que supuestamente, medía menos de 14 puntos, semanas atrás. Así la encuesta de G&V plantea el interrogante: ¿es posible que un candidato baje y suba tanto en menos de un año? El propio líder del Frente Renovador ya había acusado a las encuestadoras de operar en su contra y de querer bajarlo de la competencia cuando comenzaron a reflejar una supuesta caída en su intención de voto y una polarización entre el FPV y el PRO.
“Al igual que las otras encuestadoras, detectamos la caída de Massa del primer puesto que tenía el año pasado, pero nunca detectamos el escenario de total polarización Scioli-Macri”, explicó a LPO Federico González, director de la consultora a cargo de la encuesta. “Es un concepto del que yo he sido muy crítico”, sostuvo de acuerdo con LPO.
Según González, los bajos números que otras encuestadoras le dan al Frente Renovador podrían responder al efecto conocido como “group thinking”: una vez instalada la idea de la polarización entre Scioli y Macri, a cualquier encuesta que se salga de ese escenario automáticamente se le resta seriedad y se la descarta.
Se trata del fenómeno que se dio en el ballotage porteño, en el que las encuestadoras hicieron sus proyecciones en grupo (casi todas pronosticaron una victoria 55% a 45%) y ninguna previó la excelente elección de Martín Lousteau, que casi desbanca al PRO de la Ciudad.
“Es prematuro decir que Macri empezó a bajar luego de su giro discursivo, pero creo que sí pudo haberse comenzado a desdibujarse su rol de opositor”, explicó González. “En definitiva, la única interna que realmente aún debe definirse es informal y es la Macri versus Massa por el voto opositor”, añadió.
Para Raúl Aragón, que aún no realizó una medición nacional posterior al ballotage porteño, “Macri puede haber perdido algo de intención de voto tras su giro discursivo”. Si bien no cree que sea mucho, sí se da un efecto amplificador porque cada voto que pierda el PRO migrará con seguridad hacia Massa, el segundo opositor mejor posicionado. Es decir, la diferencia entre Macri y Massa podría achicarse doblemente por cada voto que pierda el PRO.
El buen número de Massa podría apoyarse también en la excelente intención de voto de Felipe Solá que Aragón midió hace dos semanas como candidato a gobernador de Buenos Aires por el Frente Renovador. Según el consultor, Solá medía 23% y Massa podría haber crecido en las últimas semanas acompañado del crecimiento de su candidato a gobernador, que mantiene una buena imagen de su gestión en La Plata.