Los jefes de Estado de América del Sur coincidieron hoy en que «la integración regional debe ser parte de las soluciones para afrontar los desafíos» y acordaron «establecer un grupo de contacto, encabezado por los cancilleres», con el objetivo de evaluar «las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta».
Así lo indicaron en un texto consensuado que dieron a conocer luego del encuentro convocado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva, en el Palacio Itamaraty, en Brasil.
El cónclave, que fue encabezado por el mandatario brasileño, contó con la participación de los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; de Bolivia, Luis Arce; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric; de Ecuador, Guillermo Lasso; de Guyana, Mohamed Irfaan Ali; y de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
También participó el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Surinam, Chan Santokhi, y de Venezuela, Nicolás Maduro; mientras que por Perú asistió el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
En el texto, los mandatarios «reafirmaron la visión común de que América del Sur constituye una región de paz y cooperación, basada en el diálogo y el respeto a la diversidad de nuestros pueblos, comprometida con la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social, el Estado de derecho y la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos».
Asimismo, coincidieron en que «el mundo se enfrenta a múltiples retos, en un escenario de crisis climática, amenazas a la paz y a la seguridad internacional, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía, riesgos de nuevas pandemias, aumento de desigualdades sociales y amenazas a la estabilidad institucional y democrática».
«La integración regional debe ser parte de las soluciones para afrontar los desafíos compartidos en la construcción de un mundo pacífico; el fortalecimiento de la democracia; la promoción del desarrollo económico y social; la lucha contra la pobreza, el hambre y todas las formas de desigualdad y discriminación», destacaron los jefes de Estado.
En el punto cinco, los mandatarios «se comprometieron a trabajar por el incremento del comercio y de las inversiones entre los países de la región; la mejora de la infraestructura y logística; el fortalecimiento de las cadenas de valor regionales; la aplicación de medidas de facilitación del comercio e integración financiera».
«Decidieron establecer un grupo de contacto, encabezado por los Cancilleres, para evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur, a ser sometida a la consideración de los Jefes de Estado», puntualiza el escrito.
En esa línea, estipularon promover «iniciativas de cooperación sudamericana, bajo un enfoque social y de género, en áreas que atañen a las necesidades inmediatas de los ciudadanos, en particular las personas en situación de vulnerabilidad, incluyendo los pueblos indígenas».
Fuente NA