Traigo a los lectores estas dos web, factcheck.org y flackcheck.org, que desconocía, dedicadas a hacer un trabajo impagable: comprobar si los políticos dicen la verdad. Las dos son el resultado de un proyecto financiado por el Centro Annenberg para las Políticas Públicas de la Universidad de Pennsylvania. Su trabajo es desmentir rumores, avergonzar a los mentirosos, sonrojar a los manipuladores de la opinión pública, todo ello mediante un sencillísimo e infalible método: comprobar las cifras que dan los políticos y denunciar sus triquiñuelas argumentativas. ¿Por qué a nadie se la ocurrido antes? ¿Y por qué estas cosas sólo ocurren en Estados Unidos y nunca en Europa?
La primera (factcheck.org), se dedica a analizar los datos que dan los políticos y confirmarlos o rebatirlos. La segunda (flackcheck.org) recopila videos de políticos haciendo discursos, mítines o declaraciones y los clasifica en cuanto a sus modos de engañar. La lista es inmensa: “dramatizaciones falsas”, “declaraciones sacadas de contexto o manipuladas”, “fotografías denigrantes”. También hay secciones sobre “falsas inferencias causales”, “teorías conspirativas”, “insinuaciones”, “argumentos ad hominen”, “uso sesgado de la evidencia empírica”, “ataques hipócritas” (como el vídeo que abre esta entrada donde a Obama le oscurecen el color de la piel para que parezca más negro de lo que es).
Las encuestas nos muestran una y otra vez la importancia de los indecisos. De ahí que los partidos pongan en marcha inmensas y costosísimas maquinarias electorales. En el caso estadounidense, el coste de la última campaña presidencial, 6.000 millones de dólares, supera con creces cualquier límite conocido de obscenidad política (democrática). Todo ese dinero de campaña estaba en gran parte destinado a construir una imagen estereotipada del contrario y, en muchas deliberadamente falsa.
Un ejemplo: las mentiras más canallas de la campaña de Obama, por ejemplo, se centró en denunciar las intenciones de Romney de bajar los impuestos a los ricos. Según dijo Obama el 3 de octubre en un discurso, Romney iba a recortar 5 billones de dólares en impuestos. En otro discurso del día 17 dijo que Romney subiría los impuestos 2.000 dólares por año a cada familia de clase media. ¿Qué decía Romney? Que era Obama quien iba a subir los impuestos a las clases medias, pero por valor de 4.000 dólares. ¿Quién tenía razón? Según demostró factcheck.org, ninguno de los dos. El plan de Romney significaría 480.000 dólares de recorte al año, los 5 billones suponían una década de recortes. Por su parte, los datos de Romney, según demostró factcheck.org estaban extraídos del estudio publicado en el blog de un investigador afiliado con un think tank próximo al Partido Republicano (American Enterprise Institute) y no representaban más que un escenario hipotético sobre la base de unos supuestos altamente improbables. Organizaciones como factcheck.org prestan un gran servicio a la democracia, y no son caras, de hecho se financian con pequeñas donaciones. Seguro que el gobierno de Estados Unidos, como el de cualquier país democrático, financia cosas mucho más absurdas y menos necesarias.