El diputado provincial por el PRO, Alfredo Schiavoni afirmó que “es una picardía” que el radicalismo se negara a integrar el frente “Vamos Juntos”, que conforma el macrismo con los partidos Trabajo y Progreso y el FE, entre otros. “Vaya a saber uno por qué motivos y con qué objetivos tomaron esa determinación”, opinó el legislador, en diálogo con M4, arrojando un manto de sospecha sobre la maniobra electoral de los radicales, que fortalece al oficialismo.
“Veníamos negociando por más de un año y quienes habíamos ofrecido” hacer internas para definir la candidatura a gobernador, fue el PRO “hace más de 8 meses, luego nos contestaron por escrito”, comentó el dirigente, recordando que el radicalismo se negó a definir en las PASO, con el macrismo, quien encabezaría un espacio opositor común.
Recordemos que desde el acuerdo del PRO con el diputado renovador-kirchnerista Alex Ziegler –ahora es macrista-, los radicales propusieron hacer internas para que el electorado defina si Ziegler o Gustavo González, el candidato radical, sería el postulante a gobernador.
Esta decisión fue adoptada por la dirigencia radical después de las PASO, cuando ya no estaban en peligro, la candidatura a diputado nacional de Hernán Damiani. Cabe aclarar que si los radicales iban a las PASO con el macrismo en el mismo espacio, la lista del PRO encabezada por Humberto Schiavoni se habría impuesto, dejando marginados a los radicales. Pasada la instancia de las Primarias, los radicales ofrecieron internas a sabiendas que sin que Mauricio Macri arrastre votos para el PRO, podrían imponerse al frente Vamos Juntos que encabeza Ziegler.
Recordando que el argumento de los radicales para oponerse a internas con el PRO, era que les correspondía encabezar por el caudal electoral del 2013 –fueron la segunda fuerza con 170 mil votos-, Schiavoni replicó: “En función del caudal electoral, a partir de las PASO quedó demostrado que nadie es dueño de los votos, la gente vota por expectativas”, subrayó, en obvia referencia a la pérdida de unos 120 mil votos, cuando se comparan los resultados de 2013 y 2015.
“No es la primera vez que los dirigentes radicales recurren a esta metodología de negociar hasta la última hora y cortarse solos. Han desperdiciado al frente Vamos Juntos y al Frente Unidos, el que resulta beneficiado es el oficialismo”, aseguró Schiavoni y finalmente añadió: “no puedo prejuzgar la conducta que tuvieron, ellos sabrán”.
Claro que el recuerdo a la estrategia de los radicales del 2011, no hace sino subrayar las similitudes de ambos procesos en los que el oficialismo renovador, se vio claramente beneficiado: como los opositores “esperaban” una definición de los radicales respecto de una coalición –decisión que la UCR no dio a conocer si no hasta el filo del cierre de los plazos-, el oficialismo gano tiempo, pues ya presentaron e instalaron a sus candidatos –comenzaron la campaña antes.
En cualquier caso, lo central parece ser la fragmentación del voto opositor: el oficialismo podrá imponerse consiguiendo unos 30 puntos –el piso electoral es superior a los 40 puntos-, porque los opositores van por separado. Desde luego, yendo por separado, cada fuerza tiene la posibilidad de colocar sus candidatos a cargos legislativos, sacrificando la posibilidad de ser gobierno, si fueran juntos.