El candidato presidencial K, Daniel Scioli confirmó este sábado a Daniel Filmus como reemplazo de Lino Barañao en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y le ofreció a Alejandro ‘Topo’ Rodríguez, su actual ministro de Asuntos Agrarios, la cartera de Agricultura en caso de llegar a la presidencia. Con los anuncios, el gobernador bonaerense continúa con su estrategia de mostrar a su equipo, intentando alejarse del kirchnerismo “cristinista” y de La Cámpora, a días de la elección presidencial.
Según LPO, los nombres acentúan la impronta ministerial que el candidato a presidente le busca imprimir a su eventual gabinete. Por un lado, Rodríguez es por lejos uno de los ministros más cuestionados por el arco del kirchnerismo “de paladar negro”. Incluso llegaron a pedirle la renuncia. “No hay que permitir que este hombre siga siendo ministro de la provincia”, dijo alguna vez la diputada Andrea García, furiosa por que el ministro de Scioli elogiaba al cordobés, José Manuel De la Sota –hoy, el principal aliado político del candidato presidencial de UNA, Sergio Massa.
Desde que asumió, a fines de 2013, en la cartera de Asuntos Agrarios, el “Topo” se abocó a la difícil tarea de conseguir votos entre la comunidad rural, para un gobierno que se ha caracterizado por políticas de enfrentamiento con los grandes, medianos y pequeños productores agropecuarios. Recorrió el interior provincial como pocos ministros lo hicieron y escuchó el malestar de las entidades rurales con el gobernador.
Llevó a los distritos del interior el mensaje de Scioli y esto incluyó un claro distanciamiento del gobierno nacional y diálogo permanente con los dirigentes de las cuatro entidades rurales. Allí comenzó a construir una relación que no tenía su antecesor, el intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta, quien profesa un discurso más cercano a Cristina Kirchner. Jugado, se lanzó trazó una línea trasversal arriesgada y salió a vociferar que era posible y necesaria una reducción a las retenciones del trigo. Eran tiempos en que el círculo ultra K soñaba con un candidato propio y hubo cola para castigar al ministro sciolista.
En cuanto a la elección de Fimus, pese a la desesperación de Lino Barañao de mantener su cargo si gana el kirchnerismo en las presidenciales, según LPO, Scioli ya había tomado la decisión. El interés de Barañao estaría vinculado al manejo discrecional de la caja de Tecnópolis, hoy controlada por el subsecretario de Evaluación Institucional, Jorge Aliaga; y el subsecretario de Coordinación Administrativa, Rodolfo Blasco. Ellos son quienes intentaron hasta el viernes mismo ejecutar un frustrado operativo clamor para que Barañao se quede en el ministerio. Pero todo quedó en el olvido desde este domingo, cuando Scioli hizo el anuncio y le ofreció la cartera a Filmus. Pese a que este dirigente ha sido un acérrimo defensor del “modelo”, en los últimos tiempos había quedado un tanto relegado en el arco ultra-oficialista, después de sus derrotas electorales en la Capital Federal.
