El plan de racionalización de gastos y transparentamiento en la gestión de los fondos públicos que implementa el gobierno nacional llegó a la Entidad Binacional de Yacyretá. Semanas atrás se conocieron algunos de los nombres más resonantes entre los “ñoquis” VIP que mantenía la administración del anterior, y ahora comienzan a implementarse otras medidas para terminar con el despilfarro con el que Oscar Thomas, manejaba el organismo. Fuentes con acceso al directorio ahora presidido por Humberto Schiavoni, revelaron que se dieron de baja 130 contratos y se anularon las excepciones para marcar tarjetas. Es decir, el nuevo directorio decidió recortar 130 contratos -muchos de los cuales pertenecen a funcionarios que no cumplían función alguna en la entidad- y ordenó que se cumplan efectivamente los horarios, para todos los empleados sin excepción.
Y los recortes en los gastos superfluos de Thomas en la EBY no se terminan aquí: además, el nuevo directorio dispuso la venta de los vehículos de alta gama -las camionetas Grand Cherokee y las BMW- del arquitecto rovirista.
Resulta evidente que estas medidas del nuevo directorio de la EBY, apuntan a mostrar un perfil diametralmente opuesto al de la gestión del rovirista Thomas, un multimillonario que amasó fortunas en los últimos 12 años -casualmente, desde su llegada a la conducción de la EBY.
Un informe de la auditoría que ordenó realizar Schiavoni, ni bien entró en funciones, reveló que la EBY adquirió al menos tres jeep Cherokee, tres BMW y tres Chevrolet Captiva. Se espera que estos vehículos serán vendidos o irán a remate, en el marco de esta política de transparentamiento de la gestión.
Según un sitio obereño, la auditoría también confirmó la presencia de al menos 40 empleados jerárquicos con sueldos superiores a los 45 mil pesos, entre los que se encuentran familiares directos de dirigentes de la Renovación, como Eduardo “Balero” Torres -titular del IPLyC- y Miguel Iturrieta -exMinistro de Gobierno-. Además, hay personas vinculadas al Poder Judicial y exfuncionarios roviristas como el exJefe de la Policía, Rubén “Carozo” Gabriel, quien por otra parte, estaría ligado a la represión durante los “años de plomo”.
Asimismo, Thomas incurrió en gastos inexplicables si no se aplica el criterio del beneficio y la dádiva a actores políticos de la Renovación. Tal como lo denunció PyP semanas atrás, el exdiputado Miguel Iturrieta alquilaba un costoso inmueble de 28 mil pesos a la entidad presidida por Thomas, hasta el pasado 10 de diciembre. Se trata del edificio de La Rioja y Rivadavia, en pleno centro de la capital misionera, donde funcionaba el Directorio Ejecutivo.
Obviamente, de continuar el kirchnerismo en el poder a nivel nacional, estas prácticas de despilfarro y beneficio a allegados de la Renovación, no sólo iban a continuar y profundizarse, sino que además, difícilmente se habrían hecho públicos. Se estima que sólo en los sueldos de los “ñoquis”, la EBY gastaba alrededor de 30 millones de dólares anuales (unos 400 millones de pesos).
Ahora resta conocer qué otras medidas de racionalización se llevarán adelante, pues, está claro que estas son las primeras que apuntan en esta dirección. Pero lo importante, probablemente gire en torno al blanqueo de los números de la administración del hombre subordinado al poder del Presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Carlos Rovira. Y, sobre todo, el blanqueo sobre los contratos de obra pública otorgados por Thomas a grupos económicos ligados al partido de la Renovación.
