Tras su repentina decisión de ir por la carrera presidencial, Margarita Stolbizer hizo su lanzamiento oficial este jueves, como candidata por el Frente Amplio UNEN. Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman y el paso al costado de Hermes Binner, la bonaerense decidió ir a las urnas para suceder a Cristina Kirchner en representación de la centroizquierda, que quedó golpeada tras la disolución de UNEN.
El lanzamiento fue esta tarde, en el salón de San Telmo «El Garage Argentino». «Quiero ser presidenta para levantar las banderas del progresismo y que se termine con los negocios», dijo al oficializar su candidatura. «No tenemos vocación de ambulancia, damos inicio a una construcción colectiva», dijo la diputada, de acuerdo con La Nación.
Y lanzó desafiante: «El mejor reaseguro para que vuelva Cristina es que gane (Mauricio) Macri (el líder del PRO), por eso es que la Presidenta ya eligió confrontar con quien le garantiza un lugar de comodidad y la posibilidad de volver».
En el escenario, la diputada se mostró con el diputado Hermes Binner, el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la escritora e intelectual Beatriz Sarlo, los diputados nacionales Manuel Garrido y Victoria Donda y el cantante Jairo.
Antes, se pasó un video con mensajes de apoyo a la candidatura de Stolbizer, entre otros, de Martín Lousteau, el candidato a jefe de gobierno porteño bendecido por el radicalismo y Elisa Carrió (Coalición Cívica), de acuerdo con La Nación.
Stolbizer buscó mostrar que su candidatura genera consenso no sólo en ámbitos de la política afines a la centroizquierda, sino también entre otros actores de la vida social y de la cultura. Aunque sus posibilidades se ven seriamente debilitadas con el éxodo del radicalismo –en alianza con el PRO y la Coalición Cívica-, pues era el partido nacional que aportaba estructura partidaria al espacio.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que desde la recuperación de la democracia en 1983, ningún candidato de la centro-izquierda ha logrado imponerse en unas presidenciales. Y el fenómeno del kirchnerismo, no puede interpretarse como una fuerza progresista, por sus innumerables alianzas con sectores más bien reaccionarios del PJ y otros partidos; y por la política económica y social que ha llevado adelante, fundamentalmente en el gobierno de CFK.