El ex titular de la Cámara de Comercio de Posadas, que está trabajando por la candidatura presidencial de Juan Schiaretti, brindó sus definiciones sobre lo que hay que hacer en materia económica para superar la crisis en el país y en la provincia. Y apuntó contra la clase política actual que fomenta la dependencia del empleo público, muchas veces precarizados. “Esto se sostiene con planes sociales, pero también con trabajos mal pagos dentro el gobierno. Si hubiera oportunidades, una persona que cobra $65 mil (de sueldo) en la municipalidad, se va a otro empleo a cobrar $200 mil, pero ¿qué alternativas hay?”, argumentó.
Luego de su fallida candidatura a gobernador de Misiones por el Partido Integración y Militancia, el empresario y ex titular de la CCIP, Abel Motte, dejó en claro que continuará trabajando en política partidaria y que está dialogando con el espacio que conduce el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, uno de los precandidatos presidenciales que competirá en las PASO de Agosto. En una extensa entrevista con el programa “El Bueno y El Malo”, Motte dejó sus definiciones y críticas respecto de la política económica del país y de la provincia, con fuertes cuestionamientos a una clase política argentina que promueve una dependencia del pueblo del empleo estatal, en desmedro de la generación de puestos de trabajo en el sector privado.
En una extensa entrevista con el programa “El Bueno y El Malo”, Motte dejó sus definiciones y críticas respecto de la política económica del país y de la provincia, con fuertes cuestionamientos a una clase política argentina que promueve una dependencia del pueblo del empleo estatal, en desmedro de la generación de puestos de trabajo en el sector privado.
Según Motte, existen “dos criterios para ajustar un déficit: gastar menos o producir más”. En esta línea, el empresario puso de relieve que los políticos suelen hablar degastar menos, pero también se puede bajar un déficit fiscal “por un aumento de la producción”. Así, al aumentar la producción, aumenta la generación de empleo y la recaudación, lo que “es el círculo virtuoso”.
Sin embargo, “todas las medidas” tomadas por el Gobierno “son administrativas y estimulan un círculo vicioso. Las medidas anunciadas (por el Ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa el lunes) tienen un impacto negativo”, señaló Motte sobre las iniciativas anunciada este lunes, como, por ejemplo, la importación de alimentos por parte del Estado.
En su explicación de la crisis económica actual, Motte planteó que una caída en las ventas impacta en los costos productivos e incide en la inflación. “Lo que pasa es que consumimos cada vez menos. Si tenemos una estructura para producir 100 y producimos 50, nuestro costo de producción sigue siendo 100, porque es el punto de equilibrio para que la empresa funcione. Si estamos funcionando al 50% de un gasto para 100, distribuyo el gasto en 50, por lo tanto, tengo inflación”, planteó.
“Estas medidas (del Ministerio de Economía) para enfriar la economía hacen que produzcamos 40, cuando tenemos capacidad de 100, por lo tanto, los 40 van a salir más caros que los 50. En cambio, si producimos al 100 (por ciento de la capacidad instalada), se va a generar mayor competitividad”, planteó el empresario. De ahí que Motte propuso aumentar al 100% “nuestra capacidad (productiva instalada) que hoy es del 50% (50% ociosa) y se puede hacer esto sin tocar la inflación y generando deflación en el mercado interno”, amplió.
“Pero no es fácil, porque han destruido la cadena productiva e industrial de la República Argentina. Hay que rearmarla”, reflexionó el empresario.
En tono crítico hacia la clase política del país, Motte vinculó la falta de políticas orientadas a la producción y el empleo privado, con la generación de una dependencia laboral y política del Estado. “Lo que veo desde hace 40 años, es que la política avanza para lograr una dependencia económica y política del pueblo argentino. Esto se sostiene con planes sociales, pero también con trabajos mal pagos dentro el gobierno, y los trabajadores no tienen otra alternativa. Si hubiera oportunidades, una persona que cobra $65 mil en la municipalidad, se va a otro empleo a cobrar $200 mil. Pero ¿qué oportunidades nos encontramos?”, fundamentó.
“Tengo pedidos permanentes de empleo, pero no puedo darle a todo el mundo, si no tengo mercado. Si generamos actividad económica plena, sin duda, tendremos más clientes. Si no hay negocios, no hay empleo. Es así de claro, para poder pagar un sueldo tiene que haber negocio, esto significa rentabilidad para las empresas”, insistió el empresario.
Vinculado a este proceso, Motte puso de relieve que el país tiene potencialidades a explotar en el contexto mundial presente, siempre y cuando se ordene la economía. “Tenemos un mundo que demanda la producción y la oferta argentina, lo que estamos produciendo y lo que podemos producir. Tenemos el commodity tradicional que es la soja que no es rentable con un dólar bajísimo y una retención del 30%. Si aplicamos (esa retención al dólar soja) de $230, estamos hablando de un valor dólar de $150”, precisó el economista, apuntando que al no ser rentable, los productores retienen las cosechas “o se van a producir a otros países”
“Y donde queda el recurso, en Paraguay. Por eso Paraguay, que está al 100 por ciento de su capacidad productiva, tienen deflación o una inflación estable que no supera los 4 puntos anuales”, resaltó Motte.
En cuanto a la situación de la economía de la provincia, quien estuvo a punto de ser candidato a gobernador recordó que en su plataforma de campaña “planteaba (la necesidad del) incremento del valor agregado”. Para explicar este punto, Motte se refirió a la producción apícola misionera y su potencial exportación a Europa. “Tenemos productores con 10 colmenas, que producen para sus familias. Si no tenemos productores con 100 colmenas, no tenemos escala y la viabilidad es negativa. La miel no es una pavada, es un commodity en 200 kilos y cambia al ser un producto envasado. Un producto en barril cuesta $450 y un kilo envasado está $1.800 – $2.000. Y estoy hablando de todo, de todas las producciones”, consignó Motte.
“Alemania principales importadores de miel del mundo. Pero en Misiones no tenemos un laboratorio para analizar la calidad de la miel y homogeneizarla en los diferentes blends, porque cada región tiene un color y tenemos que mandar todo estandarizado”, sostuvo el empresario sobre un déficit estructural de la provincia en esta producción. “Cuando vendemos por 200 kilos la miel (en barriles, como un commodity) ya no es de Misiones, sino del que fracciona en Alemania”, argumentó Motte para poner de relieve la importancia de exportar productos manufacturados a otros países.
“Esto se puede aplicar a la soja, al maíz o al trigo. Cuando tenemos un producto (misionero) en góndola (en Alemania), tenemos una marca, estamos exportando y haciendo patria, y poniendo bandera, con este certificado de origen y de calidad”, subrayó Motte, añadiendo que el precio de los commodities es fluctuante y al bajar, el importador europeo puede optar por comprar en otras regiones. Ahora cuando (el producto manufacturado) está en la góndola, el que decide si compra o no, es el consumidor (europeo), no el importador y fraccionador alemán”, dijo el empresario.
En otro tramo de la entrevista, Motte, quien es un experto en política tributaria, no dudó en señalar que “el sistema tributario argentino es una trampa jurídico fiscal. Es tan complejo que un empresario tiene que saber de impuestos: retenciones, percepciones, pago a cuentas”, sostuvo.
Y remarcó que es una falacia el planteo que sostiene que los impuestos permiten una redistribución de la riqueza o un traslado de recursos de sectores concentrados de la economía al conjunto de la sociedad, con la intervención del Estado que recauda y luego invierte en servicios. “El impuesto no lo paga nunca el empresario, lo recauda y lo paga el empresario (al Estado). Eso de que (con los impuestos) ‘les sacan a los que más tienen para darles a los que menos tienen’, es un verso. Les sacan a los que menos tienen para hacerse ricos algunos y tener presupuesto”, fustigó.
En esta línea, Motte reiteró que el sistema tributario “es complejísimo”, y que el Estado obtiene una importante recaudación por las operaciones bancarias. “En una Pyme con certificado Pyme, un banco sobre un movimiento de unos $70 millones, va a tener un total de débitos de alrededor de $2 millones. De ese millón 700 mil, que es una locura, el gasto real de una empresa, puede andar, sin intereses, en los $12 mil o $15 mil, el resto, son créditos fiscales: impuesto al cheque (anticipo de ganancias), retención de ingresos brutos, percepción de rentas, comisiones bancarias, intereses y mantenimiento de la cuenta corriente”, detalló el empresario.
En Misiones con las retenciones e impuestos a las ganancias presuntas, a veces, el monto de lo retenido es superior a lo que corresponde pagar a las empresas por tributos y se genera lo que se conoce como “Crédito fiscal crítico, que es cuando la percepción es superior a la determinación del impuesto”, detalló Motte. Cuando esto ocurre, la empresa debe gestionar la obtención de este crédito y “automáticamente Rentas (ATM), emite un certificado de no retención”.
De acuerdo con Motte, es clave que las empresas gestionen el certificado de no retención, porque en caso contrario, ese crédito queda inmovilizado. Y reveló que, en Misiones, “una empresa ha tenido crédito fiscal crítico por $56 millones”.
Luego, Motte apuntó a la cuestión de las tasas de interés a niveles altísimos que impone el Gobierno en un intento de atenuar la demanda de dólares para protegerse de la inflación/pérdida del valor de la moneda nacional. “Este sistema es vicioso económicamente: una tasa de interés del 120 por ciento y en algunos casos 210-230 porciento para Pymes es imposible de pagar. Hoy tomar un crédito al 200 por ciento anual, lleva a una Pyme a fundirse”, planteó el ex titular de la CCIP.
Asimismo, Motte se refirió a su carrera política en Misiones, que se inició con su postulación fallida como candidato a gobernador por el Partido Integración y Militancia. Hubo una mano negra que hizo una oferta y el presidente del partido decidió no permitir mi candidatura”, lanzó Motte, sin personalizar en su denuncia.
Según el empresario, estuvo 18 años capacitándose para la gestión pública “y no haciendo política. Hoy no soy el empresario de antes, pero sigo siendo empresario porque es la esencia de uno, hoy la empresa la manejan mis hijos y yo asesoro. Por eso tengo tiempo para hacer política, y eso me hace feliz”, admitió.
Por último, Motte anticipó que trabajará políticamente con el espacio que lidera el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, uno de los que se presentará como precandidato presidencial en las PASO de Agosto. “Con el equipo que estamos charlando tenemos muchos planteos. Voy a acompañar a quien comulgue con mis criterios que es el gobernador Schiaretti. Hoy considero que es uno de los mejores candidatos, plantea una comunión política para tener un solo objetivo político general común”, expresó.
Y en Misiones, “sin producción, sin industrialización y sin integración de frontera, que es algo distintos de la Zona Aduanera Especial, nosotros nos tenemos alternativas”, concluyó Motte.