El presidente Mauricio Macri decidió ayer, suspender la jura de los Ministros de la Corte Suprema, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, hasta Febrero, ante la amenaza del bloque de senadores peronistas, de no avalar los pliegos, si asumían antes del tratamiento en la Cámara Alta. Los nombramientos por Decreto de Necesidad y Urgencia, amparados en una interpretación amañada del artículo 99 de la Constitución Nacional, había cosechado numerosas críticas de todo el arco político y, consecuentemente, había dañado la imagen pública del mandatario, con sólo seis días en funciones. Por lo que tras una breve reunión con el Presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, se acordó posponer la jura de los dos ministros, que cuentan con el aval del mundo académico y los sectores judiciales.
“Dejamos sentada nuestra posición de rechazar el pliego de toda persona que asuma en comisión», comunicaron los senadores oficialistas, que tienen quórum propio y por lo tanto contarán con mayoría en todas las comisiones, entre ellas la de Acuerdos.
De esta manera, si Rosatti y Rosencrantz juraban la semana próxima serían jueces sólo hasta que los pliegos se debatan y se los rechace de plano en comisión. En ese caso, los eventuales fallos que realizaren en los próximos dos meses -hasta que el Senado vuelva a sesionar en marzo- podrían quedar deslegitimados.
Es por eso que la anunciada decisión de postergar la jura hasta febrero, suena a retirada disfrazada del Gobierno, ya que si esperan hasta febrero, bien podría decir entonces que estando a días de marzo por qué no esperar que se constituya el Senado y directamente trate los pliegos. Una propuesta que además, le hizo llegar a Macri, el propio Sergio Massa, el excandidato presidencial y referente del espacio del peronismo postkirchnerista.
Y además, según LPO, podrían contar con represalias en Diputados, donde hoy el kirchnerismo amenazó con iniciar juicio político a Macri y a los flamantes jueces, si es que se atreven a asumir.
En la tarde de ayer, Lorenzetti y Macri se reunieron y de común acuerdo definieron postergar la jura de los postulantes.
Es que Macri buscaba con los nombramientos por decreto, por fuera del debate en el Senado, tener una Corte Suprema plenamente operacional para llevar a cabo medidas que podrían ser recusadas legalmente y cuyas apelaciones llegarían al máximo tribunal. En la actualidad, la Corte no puede funcionar con sólo tres miembros. Con dos ministros nombrados “a dedo” por Macri, el Ejecutivo tendría una influencia definitiva en el máximo órgano del poder judicial. Pese a que Rosatti y Rosenkrantz cuentan con el aval del mundo académico –el segundo ha sido cuestionado por algunos de los clientes que ha representado, más concretamente, a un grupo que inició acciones contra la Ley de Medios-, los Ministros no iban a poder sostenerse por la forma en la que habrían llegado a sus puestos.