Posadas. Al igual que lo hacía con ex gobernador Maurice Closs, el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, volvió a mostrar sus dotes de capanga, esta vez a Hugo Passalacqua, al adoptar decisiones que son propias del Poder Ejecutivo.
Para bien de los empleados del Poder Legislativo, el inventor de la Renovación les prometió el descongelamiento del ítem por antigüedad que, en el caso de miles de empleados de la administración pública, quedó estancado hace unos 17 años.
Según dijeron desde la Asociación de Empleados Legislativos (APL), el anuncio apunta a dejar sin efecto la limitación aplicada desde 1999, en base a una liquidación del 3 por ciento de la asignación de la categoría del agente, por cada año de servicio computado desde 2000.
En principio se desconoce la cantidad de beneficiarios directos, todos empleados del Poder Legislativo, aunque sí se sabe y con certeza que la decisión del mandamás de la Provincia conlleva un mensaje que no solamente está dirigido a los trabajadores.
Por lo pronto, Rovira salió a demostrar que él, y ningún otro, gobierna Misiones desde sus despachos en el Parque Paraguayo y que los demás solamente están para la foto, las relaciones públicas, las festividades pueblerinas y algún que otro discurso de tono empírico o teorizador.
Y si alguna duda queda al respecto, basta con remontarse a las decisiones de mayor impacto que fueron adoptadas desde 2007 y hasta el presente, lapso en el cual el capo de la Renovación viene ejerciendo la presidencia de la Cámara de Representantes.
De acuerdo con algunas fuentes consultadas, el descongelamiento de la antigüedad de los empleados de Cámara, no tendrá una fuerte incidencia en el Presupuesto General de Gastos y Recursos de la administración, pero sería de iluso pensar que se circunscribirá a aquél ámbito.
Como sucedió con otras medidas de tipo salariales y previsionales, es seguro que tanto los agentes del Poder Ejecutivo como los del Judicial querrán el mismo beneficio, con lo cual verán incrementados sus ingresos en forma significativa.
Pero la idea no es nueva, teniendo en cuenta que dicho ítem fue “frizado” en 1999 con la declaración del estado de emergencia económica, dado que fueron innumerables las iniciativas para que los empleados públicos recuperar este derecho adquirido.
Sin ir muy lejos, en mayo de este año la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)-Misiones reveló que en la administración sumaban 5 mil los trabajadores que tenían la antigüedad congelada desde hacía 17 años, cuando impulsaba “una reparación histórica”.
Fue entonces que el gremio recordó que el ítem en cuestión se inmovilizó en 1999 con la Ley 3644, actualmente Ley 114, que modificó lo establecido en la Ley 2880. Esta norma otorgaba un incremento en concepto de antigüedad de un 3 por ciento anual, más un monto fijo relacionado con las horas de trabajo semanal.
Más acá en el tiempo, el bloque de diputados provinciales de la Unión Cívica Radical (UCR), propuso el pago de un adicional mensual del 3 por ciento por cada año de servicio, para los empleados de los tres poderes del Estado, órganos de la Constitución, organismos descentralizados, entidades autárquicas, entes residuales o en liquidación y entes reguladores.
Con tales antecedentes, habrá que ver cuál será la reacción del gobernador Passalacqua ante la decisión adoptada por su jefe, en beneficio de solamente un sector de empleados del Estado misionero, sin contemplar al resto de los trabajadores.
En principio, se desconoce si hubo algún tipo de consulta entre el legislador y el mandatario con respecto a la medida adoptada; y si está previsto que la misma sea extensiva a los demás poderes. Aunque no quedan dudas de que Passalacqua se verá obligado por las presiones que se avecinan.
El cuadro no resultaría fácil si se tienen en cuenta las complicadas negociaciones que realizan las provincias, incluida Misiones, con la Nación en procura de fondos. La brasa, ahora, está entre las manos del gobernador.